El siguiente texto resume lo más importante del documental “Dentro
de Dr. Strangelove o como aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba”
incluido en bonus de la edición Blu-ray y el artículo de Gene D. Phillips escrito
en The Stanley Kubrick Archives, Taschen,
2004. Traducción por Raúl Lino Villanueva.
Dentro del blog hay más información sobre la única
comedia dirigida por Kubrick.
Estamos en el año 1963. La Guerra Fría alcanza un estado de máxima
agitación. Un mundo tenso es testigo de cómo el aumento del conflicto de
Vietnam, el levantamiento del muro de Berlín, la invasión de la bahía de los
Cochinos y la crisis de los misiles acercan a la civilización a su propia
destrucción. Pero desde la perspectiva única de un hombre todo tiene un punto
jocoso, incluso el Armagedón.
A finales de los 50, Stanley Kubrick estaba profundamente preocupado
por la posibilidad de una aniquilación nuclear.
James B. Harris. Primer socio de producción de
Kubrick: Stanley empezó a interesarse por el
dilema nuclear y, cuando terminó Lolita, es lo único en lo que pensaba: las posibilidades de un
holocausto nuclear.
Kubrick leyó más de 50 libros sobre el tema de la guerra nuclear. Su
amigo en el Instituto de Estudios Estratégicos, Alastair Buchan le recomendó
una novela de Peter George, Red Alert. Su intención era crear una
película de suspense con base real y Kubrick pagó 3500 dólares por los derechos
de la novela en 1958, escrita bajo el seudónimo Peter Bryant. La novela habla sobre
un general psicótico que ordena a su grupo de bombarderos B-52’s lanzar un
ataque nuclear sobre Rusia. Kubrick comenzó entonces a elaborar una adaptación
seria del libro en colaboración con Peter George, y decidió que Columbia
Pictures fuese la distribuidora de la película. Kubrick y su socio de
producción, James B. Harris comenzaron a desarrollar un guión titulado Edge
of Doom.
James B. Harris Lo
primero que hizo fue mandarme leer el libro de Herman Kanh titulado On Thermonuclear War que era bastante
sofisticado en cuanto a como lo explicaba todo. Stanley había leído el libro
varias veces y ya era un experto. Desarrollamos el guión como un drama y una
historia de suspense. Trabajábamos por la noche, hasta tarde y había momentos
en que pasábamos de media noche y empezábamos a tontear y a reírnos dedicándonos
a imaginar qué pasaría si todos los de la sala de guerra con ese terrible
problema tuvieran hambre y quisieran comer. Esas eran las tonterías en las que
pensábamos…¿Que tendrían que decir de las delicatessen?.
Sin embargo, la Guerra Fría real no tuvo nada de gracioso cuando
Kubrick supo que el gobierno había descubierto la presencia de misiles
soviéticos en Cuba a finales de 1962.
Alexander Walker. Crítico de cine.
Le había preocupado mucho la crisis de los misiles en Cuba. No solo la
perspectiva de una aniquilación nuclear, no sólo eso, sino el modo en que la
gente lo aceptaba de forma fatalista. Así es como va a acabar el mundo, con una
gran explosión nuclear.
Al final, Harris abandonó el proyecto con el permiso de Kubrick para
convertirse en director. Poco después Kubrick informó a Harris de un cambio
conceptual en el proyecto.
Kubrick le comentó a Gene D.
Phillips lo siguiente: “Mi idea de realizarla como una comedía de pesadilla
surgió durante las primeras semanas de trabajo en el guión. Descubrí que, al
intentar mejorar las escenas e imaginarlas de forma más completa, había que
dejar de lado aspectos que eran absurdos o paradójicos para evitar que
resultara divertido. Y estos aspectos parecían
ser el meollo de las escenas en cuestión”. Después de todo, razonaba él, ¿Qué podía ser
más absurdo que dos super potencias que inician un conflicto nuclear a raíz de
los actos de un alto mando lunático? Llegó a la conclusión de que la única
forma de contar la historia era mediante una comedia negra, una sátira oscura.
El "copyright" de los pobres.
Mientras elaboraba el guión con Peter George, Kubrick cambió su enfoque
sobre el material. Ya no entendía Dr. Strangelove como un sencillo
melodrama (lo que realmente era Red Alert). Además, no encontró adecuado
el final de la novela. En el libro se aborta la misión de bombardear Rusia, de
forma que el dispositivo de contraataque ruso, el Artefacto Definitivo, no se
lanza sobre Estados Unidos. Kubrick prefirió imaginar un final decididamente
pesimista para la película.
James B. Harris Recibí
una llamada de Stanley diciendo: “¿Recuerda que hablamos de la posibilidad de transformarla en comedia?”
Dijo: “creo que la mejor forma de contar esta historia, de mostrar la idea
del dilema termonuclear resulta más eficaz en forma de sátira o comedia y no
con un drama realista como lo que hemos hecho”.
Alexander Walker. No dejaba de encontrar varios aspectos en la historia que no eran
trágicos, sino cómicos. Por ejemplo, si un hombre descubre que va a haber un
holocausto nuclear estando en su oficina el resultado es un documental. Si está
en su salón es un drama social. Pero si está sentado en el retrete es una
comedia.
«Mientras intentaba imaginar la forma en que las
cosas pasarían, me iban surgiendo ideas que rechazaba porque eran demasiado
absurdas. Me decía a mí mismo: “No puedes hacer esto. La gente se reirá”.»
- SK/1970 sobre por qué decidió hacer Dr. Strangelove en tono de comedia
(a Joseph Gelmis)
Peter George, que supuestamente consintió la transformación de su
novela seria en una comedia negra, puesto que figura en los créditos como
coautor del guión, se suicidó dos años después de estrenarse la película.
Christiane Kubrick le dijo a Phillips que George “bebía muchísimo” y era
propenso a sufrir crisis depresivas.
Uno de los primeros borradores comenzaba con extraterrestres observando
la tierra después de un holocausto nuclear y se titulaba The Delicate
Balance of Terror. Kubrick decidió que el ahora guión cómico requería un
grado de locura inspirada. Sim embargo, pensó que la historia podría mostrar
los hechos absurdos dentro de un marco realista. Habló con el escritor Terry
Southern cuya novela Candy había causado sensación mediática por su
visión atrevida y satírica de la sexualidad moderna.
Ken Adam. Diseñador de Producción. Contribuyó enormemente a la sátira de la
película. Terry Southern era un personaje increíble con un sentido del humor
muy estrafalario. Así que era ideal para
el proyecto.
Aunque Kubrick había planeado rodar la película en Nueva York, al final
decidió que los Shepperton Estudios en Inglaterra se ajustarían mejor a la
producción. Southern voló a Londres y durante dos meses colaboró con Kubrick en
el guión durante unas sesiones diarias muy poco ortodoxas.
Nile Southern. Hijo de Terry. Stanley
le decía a Terry: “Terry, que es lo más escandaloso que podría decir este
personaje y seguir siendo creíble?” Y se le ocurrieron cosas muy locas como
“todos los preciosos fluidos corporales”…y también el nombre del personaje
principal, Dr. Strangelove. (NR.: cuyo nombre real en la película era
Merkwurdichliebe).
Durante su período de colaboración, en noviembre y
diciembre de 1962, Kubrick recogía a Southern en su hotel de Londres en su
limusina con chofer a las cinco de la mañana y trabajaban en el guión durante
el trayecto a los estudios Shepperton. Trabajaban en dos mesitas separadas en
la parte de atrás del viejo Bentley de Kubrick.
Uno de los elementos de humor de Dr. Strangelove
es la colección de nombres absurdos con los que Kubrick y Southern bautizaron a
sus extraños personajes. Muchos de los nombres tienen connotaciones sexuales,
tales como el general Jack D. Ripper, llamado así por el famoso psicópata
sexual Jack El Destripador (Jack The Ripper). Ripper revela sus temores
de impotencia al capitán Mandrake, cuyo nombre viene de la raíz de la
mandrágora (mandrake en inglés), una planta que según la tradición
fomenta la fertilidad. El apellido del general Buck Turgidson está formado por
un adjetivo que significa hinchado (turdig en inglés), refiriéndose al
miembro masculino, y la palabra hijo (son en inglés). El nombre del
calvo Merkin Muffley hace referencia al vello púbico femenino (merkin en
inglés).
Algunas de las mejores escenas de la película no
aparecen en el libro.
El rodaje se inició el 28 de enero de 1963 y
finalizó el 23 de abril de 1963.
Con el guión casi completado, Kubrick dedicó su atención a construir los
ambiciosos sets. La sala de guerra. Aunque es un lugar irreal, insistió en que reflejara
una atmósfera totalmente realista. Revisó los esbozos originales de Ken Adam
para la sala de guerra.
Ken Adam. Le encantó.
Dijo: “Es justo lo que buscaba”.
Me dijo: “Lo has conseguido”. Y me dije: “Bueno, todo el mundo me
dice que es muy difícil trabajar con este hombre”. Y en mi primera
combinación con él, parece que lo he conseguido. Me sentí muy optimista. Luego,
como siempre hacía Stanley, tres o cuatro semanas después, de camino a Shepperton,
me dijo: “Ken, he estado pensando en la sala de guerra. Le has puesto dos
pisos…que voy a hacer con los 70 figurantes del piso superior?” Dijo” Creo
que vas a tener que replantear la idea”. Y me molestó mucho, porque tuve que
empezar de cero. Me tranquilicé dando un paseo en el recinto de los estudios y
luego, cuando me tranquilicé lo suficiente empecé a jugar de nuevo con otras
ideas.
Adam diseñó un decorado que se convertiría en legendario. Empleó a más
de 150 hombres para hacerlo. El set medía 40 metros de largo por 30 metros de
ancho y casi 11 metros de alto. La pieza central es una mesa de casi 7 metros
de diámetro.
Ken Adam. Le encantó y me
dijo: “¿Puedes ponerle una base
verde?” Le dije si, claro, puedo ponerle una base verde pero rodamos en
blanco y negro. Dijo: “Eso no importa, quiero que dé la sensación de que
son 26 personajes sentados en torno a una mesa participando en una partida de
pocker gigante por el destino del mundo”.
“¿Puede imaginarse qué habría pasado en el apogeo
de la crisis de los misiles de Cuba si algún camarero perturbado hubiese echado LSD en el café de Kennedy o, al otro lado del conflicto, en el vodka de
Khrushchev? Las posibilidades son escalofriantes!”
-SK/1968 (a Erick
Nordem/Playboy)
Se necesitaron más de 16 kilómetros de cable para iluminar el panel que
registraba los bombarderos nucleares de EE.UU. Adam y su equipo también tuvieron
que crear el interior de un bombardeo B-52 sin la cooperación del ejército
estadounidense.
Peter Murton, Director de arte. Encontré
un libro titulado Strategic Air Command, de Mel Hunter. En la portada
estaba la foto que necesitábamos desesperadamente. No era una foto muy
buena pero era una foto del interior de
la cabina del B-52. Y ese fue nuestro punto de partida.
Ken Adam. Los diseños de Murton eran tan realistas que causaron preocupación en
círculos inesperados. Los de publicidad invitaron al personal de las Fuerzas
Aéreas de EE.UU. para ver algunas imágenes y se quedaron literalmente blancos
del susto al ver el interior del B-52, por que dijeron que era absolutamente
exacto, incluso la pequeña caja negra, que era una CRM. Así que al día
siguiente recibí un aviso de Stanley. Esperaba que hubiera sacado toda mi
investigación de fuentes legales o de fuentes justificables porque, de no ser
así, el IAE podría tener serios problemas por una posible investigación del
FBI.
Es justamente este aire de realismo e inexorable verisimilitud con el
que la historia se desarrolla lo que llevó a Columbia Pictures, por mandato del
Departamento de Estado, a añadir un texto de prólogo al inicio de la película,
tras advertir a Kubrick de que la guerra nuclear no era un tema de risa. El
prólogo dice lo siguiente:
“Es la firme postura
de las fuerzas armadas estadounidenses que sus salvaguardias eviten que estos
acontecimientos se produzcan tal y como se muestra en la película. Asimismo,
cabe señalar que ninguno de los personajes interpretados en esta película
pretende representar a ninguna persona real viva o muerta”.
La última frase es más ficción que realidad, ya que
ciertos personajes de la película están basados en personas reales.
Luego que Ronald Reagan juramentara como presidente de los Estados
Unidos, le preguntó al jefe del estado mayor que le mostraran la sala de
guerra…”Sr. Presidente, no hay ninguna sala de guerra en la Casa Blanca”…”¿Cómo
qué no? Pero la vi en esa película Dr. Strangelove!....así de convincente.
Kubrick utilizó varias maquetas para simular el vuelo del B-52 hacia la
Unión Soviética pero se necesitaban imágenes de fondo para simular un vuelo a
gran altitud. Enviaron una segunda unidad al Círculo Ártico durante tres
semanas. Volaron 45,000 kilómetros. La segunda unidad recibió sueldo de
combatiente. Volaron sobre Groenlandia e Islandia y por casualidad sobrevolaron
una base estadounidense. Dos cazas estadounidense se pusieron a su altura y les
obligaron a descender No había donde aterrizar, todo era hielo. Cuando
encontraron donde aterrizar tardaron por que no se podía frenar. Tardaron mucho
en hacerlo. Pensaron que eran espías porque en el avión decía Dr.
Strangelove! Pensaron que eran rusos.
La segunda unidad y el aterrizado Dr. Strangelove
El papel del presidente Muffley fue más problemático para Peter
Sellers. En un principio decidió interpretarlo como un personaje dócil, etéreo
con un inhalador.
La escena donde el presidente Muffley debe informarle al presidente
ruso sobre el ataque no controlado fue totalmente improvisada por Sellers.
La escena donde al Dr. Strangelove se le escapa un saludo nazi fue
inspirada por Kubrick. El guante que lleva es el guante que Kubrick utilizaba
para acomodar las luces y no quemarse las manos. A Sellers le parecían muy
siniestros, así que se los puso a su personaje.
Además de interpretar al Dr. Strangelove, al presidente Muffley y a
Mandrake, Sellers debía interpretar también al comandante Kong. Pero a Sellers
le parecía demasiado trabajo, aparte de temer que no le saliera bien el acento
tejano, pero Kubrick insistió en que lo hiciese. Terry Southern, que imitaba a
la perfección este acento, le grabó una cinta a Sellers, quien se paseaba con
un reproductor de sonido y grabadora de casette…en 1963! Al final, Sellers
dominó el acento pero llegaron problemas más importantes. Mientras grababa la
secuencia donde está montado sobre la cabeza nuclear, se cayó, desde 5 metros
de altura, y se rompió la pierna izquierda. Tuvo que estar en silla de ruedas.
Sellers y su pierna
rota
Kubrick entonces llamó a Slim Pickens. Dijo: “No puedes sustituir a
Sellers por un actor, tienes que reemplazarlo por alguien que sea un ser humano
real que sea como el personaje”. Kubrick había conocido a Pickens en el set
de One-Eyed Jacks, protagonizada por Marlon Brando. Slim Pickens interpreta
al mayor King Kong, un tejano bondadoso e ignorante.
George C. Scott había ganado reconocimiento internacional por su
trabajo en el teatro y en el cine. Kubrick se convenció de que era quien
necesita para interpretar al general Turgdison después de verle protagonizar la
producción de Central Park de The Merchant of Venice. Kubrick era muy
consciente de la volatilidad de Scott, quien era marine, bebía mucho y se metía
en peleas de bares, así que preparó una estrategia para ganarse su respeto.
Colocó un tablero de ajedrez en el set. Sabía que Scott se tenía por buen
jugador de ajedrez. Scott se pasaba horas mirando el tablero de ajedrez y
planeando sus movimientos y Kubrick se acercaba y movía sus piezas al instante,
y le ganó casi todas las veces. Eso dejó derrotado a Scott. Así Kubrick se ganó
su respeto de forma inmediata.
Scott tenía un discurso muy, muy largo. Kubrick le dijo: “Primero
haremos un máster y luego los primeros planos. Llega hasta donde puedas”.
Scott empezó con el discurso y siguió avanzando, y siguió avanzando. Lo hizo
literalmente palabra por palabra. Fue tan increíble y fantástico que cuando
cortaron se levantó todo el plató y todo el mudo aplaudió. Estuvo brillante.
Para el general Ripper, Kubrick logró convencer al inconformista
Sterling Hayden para que abandonara su
retiro e hiciera su primera película en años.
Según el historiador Paul Boyer, el personaje de Hayden estaba basado
en el jefe del Comando Aéreo Estratégico (SAC) durante los años cincuenta. “Curtis
LeMay, que siempre estaba fumando puros, podía reconocerse fácilmente en el
fanático general Jack D. Ripper. LeMay apoyaba sin reservas todos los planes de
bombardeo que el presentaban”. Según Boyer, en 1957 LeMay declaró ante un
comité del congreso encargado de investigar la política militar estadounidense
que, si en alguna ocasión se contemplara la posibilidad de sufrir un ataque
soviético, él tenía intención de “mandarlos de vuelta a casa con una patada
en el culo antes de que lleguen a tocar suelo” y bombardearlos hasta que
regresen a la Edad de Piedra. Asimismo, el Dr. Strangelove, un científico
atómico ex-nazi, prosigue Boyer, estaba basado en Wernher von Braun, el antiguo
científico nazi que lideró el programa de investigación espacial estadounidense
tras la guerra. Según declaró entonces von Braun, “esta vez quería estar del
lado de los vencedores”
Curtis LeMay, Jefe del Comando Aéreo Estratégico (SAC)
Sterling Hayden recuerda su primer día de rodaje. Fue una tortura. Vio
que no podía manejar la jerga técnica: “Estaba nervioso, asustado, hice 48
tomas de mi primera escena. Me sentí totalmente humillado”. Esperaba que
Kubrick se enfureciese con él, pero en vez de eso se mostró amable y lo
tranquilizó. Le dijo a Hayden: “El terror que se refleja en tu rostro podría
reproducir exactamente la calidad que estamos buscando y si no, no pasa nada.
Conseguiremos rodarlo”. Hayden comenta: “Fue encantador. A muchos
directores les gusta ver que un actor se siente impotente. Stanley no era uno
de ellos”.
El único papel femenino de la película se lo ofreció a Tracy Reed, la
hijastra del aclamado director sir Carol Reed.
Tracy Reed. Fui a la entrevista y Kubrick se portó muy bien porque le daba mucha
vergüenza. Me dijo: “ Solo hay una cosilla…tienes que ponerte un bikini”…¿Por
qué?, dije...¿Porque el papel que vas a interpretar es el de una ramera,
supongo, y necesito verte el cuerpo”. Pero yo ya me había preparado, así
que no me importó. Me dijo que no tenía mal cuerpo, así que me daba el papel.
Querían hacer un poster como los de Playboy pero me negué a quitarme la ropa.
Lo que hice fue echarme en el suelo y desatarme la parte de arriba del bikini
para que pareciera que no llevaba nada y me pusieron un libro sobre el trasero.
A James Earl Jones (la voz de Darth Vader en Star Wars), que
estaba participando en The Merchant of Venice con George C. Scott,
Kubrick le propuso realizar su debut en la gran pantalla, como el Teniente
Lothar Zogg.
James Earl Jones. Había venido a ver a Scott, sabía que lo quería como general de las
Fuerzas Aéreas, y yo interpretaba al príncipe de Marruecos. Creo que quería que
la tripulación del bombardero fuera de todas la etnias.
Mientras Kubrick trabajaba en el guión, se enteró de que se pensaba
hacer una película basada en la novela de Eugene Burdick y Harvey Wheeler Fail-Safe
(1962), que también trataba de un ataque nuclear sobre Rusia. Max Yungstein, al
que no le había gustado The Killing cuando era jefe de producción de
United Artists, dirigía ahora su propia productora independiente y estaba
produciendo la versión cinematográfica del libro –Punto límite – que iba
a dirigir Sidney Lumet. Kubrick y Peter George encontraron tantas similitudes
entre Red Alert y Fail-Safe como novelas que Kubrick inició un
pleito por plagio en nombre de Peter George contra Burdick y Wheeler. Su
finalidad era retener la novela Fail-Safe en litigios e impedir que
Youngstein hiciese la versión cinematográfica.
Aunque la versión cinematográfica era un thriller hiperrealista,
Kubrick temía que las similitudes en el argumento perjudicaran su película en
la taquilla. Sobre todo si se estrenaba antes y tenía en su reparto a Henry
Fonda y fuera dirigida por un muy aclamado director como Sidney Lumet. Con los
problemas legales entre manos, el ánimo del reparto y el equipo mejoró con la
visita de Cary Grant.
Stanley Kubrick, Cary Grant y Peter Sellers,
Había semejanzas fuera de toda duda entre los dos libros: ambos
trataban del lanzamiento de un ataque nuclear no autorizado sobre Rusia por
parte de Estados Unidos; ambos señalaban que Rusia disponía de un dispositivo
nuclear que contraatacaría ante tal agresión no provocada. Las dos historias
tenían salas de guerra, armamento militar y diplomáticos firmes en sus
posturas. Sin embargo, Lumet dijo que Kubrick no había conseguido un
requerimiento judicial contra la realización de Punto límite, lo que le
permitía seguir adelante con la película.
Asimismo, Kubrick estaba convencido de que tratar el concepto de guerra
nuclear como un chiste atroz marcaría una clara diferencia entre Dr.
Strangelove y Punto límite, e impediría que la película de Lumet
robase ideas de su película. Finalmente Columbia Pictures intervino y asumió la
distribución de Punto límite, además de la de Dr. Strangelove. La
oficina principal de Columbia decidió acertadamente estrenar Dr. Strangelove
en enero de 1964 y, después de que ésta dejase de estar en cartelera, hacerlo
con Punto límite en el mes de octubre siguiente.
En los créditos iniciales, hay una palabra mal escrita, en lugar de
decir “based”, dice “base”.
Kubrick preparaba la proyección de Dr. Strangelove para la
crítica y descubrió que la película tenía una cita con el destino.
La fecha de la proyección era el 22 de noviembre de 1963. Al igual que
ocurrió en todo Estados Unidos, el asesinato de John F. Kennedy ese día en
Dallas lo alteró todo. Se decidió, por obvias razones, cancelar el preestreno.
Kubrick accedió rápidamente. Tenía más motivos que el resto porque, a diferencia
de ellos, Kubrick sabía todos los diálogos.
Tuvieron que cambiar una frase de la película cuando el personaje de
Silm Pickens (Kong), está revisando el
contenido del set de supervivencia y dice, originalmente: “Condones, lápiz
labial, medias de nylon…con todo esto se podría pasar un fin de semana en
Dallas”. Cambiaron Dallas por Las Vegas en doblaje.
Otro detalle relacionado con este hecho fue que, durante la famosa
escena grabada, montada, exhibida y luego cortada, la escena de la guerra de
tartas, el presidente Muffley es golpeado por una tarta en pleno rostro. Uno de los generales
dice: “Nuestro amado presidente ha sido derribado en su apogeo”. Después del
asesinato de Kennedy, esta frase no se habría podido incluir. Pero tal y como
salieron las cosas, se eliminó la escena completa
en rojo, anotaciones de Kubrick
El impacto del asesinato del presidente Kennedy obligó a estrenar la
película el 30 de enero de 1964. Cuando se estrenó en Nueva York, Bosley
Crowther la destrozó en su crítica, semanas después rectificó su artículo, algo
que se hace muy pocas veces en The New York Times. La película fue un
éxito de crítica y público en New York y Londres. Al final recaudó
considerables beneficios sobre sus dos millones de presupuesto.
En febrero de 1965 fue nominada a cuatro premios de la Academia, incluidos mejor
película, mejor actor y mejor guión.
El instituto de Cine Americano no solo la ha votado como la tercera
mejor comedia de la historia sino que ocupa el puesto 26 entre las cien
películas más importantes jamás rodadas.
2 comentarios:
excelente entrada, una de las mas completas que recuerde no por su extensión sino por contenido...
igual es la película de Stanley que mas frío me deja, mas incluso que Lolita... no la pude digerir totalmente, siempre me pareció lenta o mas que nada desmembrada, la lentitud no es un defecto en todos los casos...
la frase que me quedó es la de Sellers diciendo algo así como: ¡No se pelea en la sala de guerra! jaja... salu2...
Hey Sr. Jennifer Lopez!!! que tal. Bueno, le sugiero verla nuevamente, es una comedia excepcional! Yo me río mucho cada vez que la veo, realmente mucho. Hay frases para siempre.
Salud por su nuevo avatar, está boludamente genial.
Saludos y gracias por seguir con nosotros.
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