31 de diciembre de 2016

JAN HARLAN, PRODUCTOR Y CUÑADO.

Tomado  del artículo Le Grand Atelier, publicado en Les Inrockuptibles Hors Serie. Kubrick: L’Odyssee d’un Solitaire. 1999. Por Fréderic Bonnaud. Entrevistas por Fréderic Bonnaud  y JD Beauvallet. Traducción del francés por Raúl Lino Villanueva



Con el fin de descifrar los famosos métodos de trabajo de Stanley Kubrick, desenmarañar leyenda y realidad, nos encontramos en Londres con tres de sus más cercanos y antiguos colaboradores: Leon Vitali, Jan Harlan y Julian Senior. Un gran avance en el sistema Kubrick para dibujar un retrato del genio artesano a la antigua, pedagogo incansable de meticulosidad más empírica que fría, gran comunicador curioso de todo. Y gran devoto y amigo de los animales.




J
an Harlan, productor y cuñado.
Jan Harlan parece lo que es: un muy distinguido y muy cortés hombre de negocios suizo. Hermano de Christiane Harlan y pues cuñado de Kubrick, Jan Harlan tenía negocios florecientes y una vida agardable en Zurich, Viena y New York. Se comprendía bien con su cuñado e iba seguido a visitar a la famila Kubrick priemro en New York y después a Londres.. Especialista financiero, no tenía nada que ver con el cine. 

“En 1970, cuando vivía en Zurich, me llamó diciendo “Tengo un gran proyecto que podría interesarte”. Era su Napoleón. Debía rodar en Rumanía ya que había obtenido 5 mil caballeros de la armada rumana. Y como yo hablaba un poco de francés y por supuesto alemán, idiomas más habladas en Rumanía que el inglés, y por mi profesión y mi costumbre de negociar con gobiernos, me propuso trabajar para él. Pero no se pudo por culpa del completo fracaso de la coproducción italo-sovietica-americana de Dino de Laurentis y Serge Bondartchouk Waterloo. Nuestros financistas de United Artist y MGM desistieron. Stanley era un gran experto de Napoleón. Tenía una inmensa biblioteca sobre él. Estaba fascinado por el personaje, que era muy talentoso, que llego a hacer tantas cosas bien y que cometió errores de juicio al final, en un momento crucial. Decidí igualmente quedarme en Inglaterra y aprender la profesión con él – lo que tomó varios años. Fui asistente de producción en La Naranja Mecánica. No tenía ninguna verdadera responsabilidad pero aprendía en varios dominios, estructurales, fiscales, seguros, etc. A partir de Barry Lyndon, me convertí en productor ejecutivo. Hacía todas las negociaciones y acuerdos financieros. Es lo que yo hacía en los negocios”.


En una fiesta de disfraces en casa de Kubrick:
Harlan y su esposa, Ania Kubrick y pareja, Christiane y Stanley y Katharina K Hobbs.


“El proyecto de adaptar la novela de Schitzler se remonta a los años 1968-69.. Compramos los derechos en 1970-71. Stanley leyó la novela en una edición americana de 1932., titulada Viennese Novelettes y la novela se llamaba Rhapsody. Me dijo que se la retradujera para que pudiera comparar las traducciones. Encontró que era muy complicado, muy serio para él en esa época y la dejó a  un lado. Tampoco estaba muy seguro del final. Retomó el proyecto a la época de The Shining, Tuvo una idea que lo entusiasmaba mucho: quería hacer la película con Woody Allen, como doctor judío en New York. Entre tiempo contacté con muchas personas que querían recomprar los derechos, pero Kubrick se negaba a venderlos.

Si bien es muy discreto respecto al costo final de Eyes Wide Shut (“La prensa habla de 65 millones de dólares. No es exactamente eso pero es más o menos eso”), Jan Harlan no se comporta como el guardián del templo y rechaza soltar alguna cifra. Quiere por sobre todo cortar de una vez ciertos rumores. Dese ese punto de vista, su enemigo se llama Frederic Raphael, el guionista de la película que se apresuró en publicar un libro relatando su experiencia justo después  de la muerte de Kubrick. “Él escribió un libro detestable. Abusó de la confianza de Stanley de una manera vergonzosa. Fue a su casa, cosa que muy pocas personas pueden vanagloriarse. Es un buen escritor y participó de una manera importante en el guion de Eyes Wide Shut. No le gusta Kubrick, de acuerdo. Estamos en un país libre. Pero él cita Kubrick diciendo que casi todo lo que hizo Hitler fue justo. Cuando alguien escribe cosas parecidas a uno le da ganas de preguntarle “ ¿Y de dónde sacas todo eso?”



Lo que más exaspera visiblemente a Harlan es que Raphael haga decir a Kubrick cosas malas sobre Spielberg y La lista de Schindler. Pero nos confirma que fue por culpa de la película de Spielberg que Kubirck tuvo que abandonar definitivamente el proyecto Aryan Papers. “Gastamos mucho dinero en ese proyecto. Teníamos el permiso del museo Trenes de Brno, en Moravia, para hacer salir a los trenes en la ciudad y de cerrar el centro de la ciudad durante un fin de semana para decorarla con banderas nazis. También había un casting ya hecho, con la actriz holandesa Johanna Ter Steege en el papel principal. Quería la quería a ella y a nadie más.”. Esto es para desmentir los rumores lancinantes alrededor de Julia Roberts, Uma Thurman o Jodie Foster. “Pero a Kubrick le gustaba mucho La Lista de Schindler y Spielberg. Se llamaban mucho por teléfono. Kubrick decía que el mejor director para rodar Artificial Inteligence era Spielberg y no él.


Johanna Ter Steege 

“No viajaba mucho y utilizaba mucho el teléfono, los telex, los fax y luego la Net, Tuvo la primera generación del Net. Como él tenía el primer fax que yo hubiera visto, un objeto enorme que costaba una fortuna y no funcionaba muy bien, le pregunté que quería hacer con eso “Oh, la Warner Bros a Burbank tien uno también, les puedo enviar faxes”…”¿Y….cual es le negocio”….”Ya verás, un día, muchas empresas tendrán uno”.


Siempre a la vanguardia...