11 de abril de 2010

EL VIETNAM DE STANLEY KUBRICK


*Entrevista publicada en Le Monde, Paris, France, el 20 de octubre de 1987. Texto tomado del Stanley Kubrick Archives. 2008 Taschen GmbH. Traducción por Raúl Lino-Villanueva.



Por Danièle Heymann.

DANIÈLE HEYMANN: Han pasado siete años de su última película, es mucho tiempo…
STANLEY KUBRICK: Sí, yo también lo creo, pero el problema es encontrar una buena historia. No hay un método establecido, muchas buenas historias no sirven para convertirse en buenas películas. En el periódico encuentras ideas y una historia puede basarse en una buena idea, pero una idea no es una historia.

¿Y por qué una historia sobre Vietnam después de Apocalypse Now, Platoon y tantas otras?
No creo que el libro de Gustav Hasford sea apasionante por que trate de esa sucia guerra, aunque el autor lo escribiera como corresponsal. Al igual que ocurre con todas las obras de arte, el tema es importante, sin duda, pero no tanto. Un pintor puede reproducir un jarrón sobre una mesa o un paisaje, pero es el significado que él le dé lo que le da valor a la tela. Elegí rodar Full Metal Jacket por que era un libro muy bueno, no por que estuviese buscando una historia sobre Vietnam.


Una vez más, su película suscitará interpretaciones muy diversas.
No me parece suficiente hacer una película bélica para decir simplemente “no deberían existir las guerras”. Hasta los generales están de acuerdo con eso. Hay algo más, pero no soy yo quien tiene que decirlo. Intento meter todo lo que puedo en mi película, transmitirlo lo mejor posible. Sin embargo, al final del rodaje, soy la persona menos indicada para juzgar el contenido. Cuando empiezas, tienes una excelente visión de conjunto de la película y una determinada idea de lo que significa. Después, cuanto mas avanzas, más te sumerges en los detalles, hasta le punto de preocuparte por el sonido de un paso sobre el cemento agrietado. ¿Acaso suena igual que sobre la tierra mojada? Y cuanto mas avanzas, más pierdes esa visión de conjunto…

¿Cómo encontró al actor que interpreta al temible instructor de los Marines en la isla de Parris?
¡Contratando a Lee Ermey, antiguo instructor de los marines en la isla de Parris! Nos escribió una carta solicitando el puesto ed asesor técnico, luego otra carta y luego otra. Su correspondencia revelaba a un hombre inteligente, pero tan categórico que estuve a punto de no contratarle, por que pensé: Este tipo va a armar mucho problema”. Al final, lo elegimos como asesor técnico y le pedimos que entrevistase a los actores que queríamos probar como si se tratase de sus reclutas. Aquel día yo no estaba allí, pero cuando me enseñaron el video no podía creer lo que estaba viendo. ¡Era una locura, mucho más de lo que había imaginado! En una improvisación asombrosa, Lee Ermey se había puesto a insultar a los jóvenes despavoridos. Tenía un repertorio de insultos enorme, uno para cada muchacho, fuese cual fuese su nombre, fuese bajo, alto, tuviera un grano en la nariz o un hoyuelo en el mentón. Era una enciclopedia del insulto. Consiguió el papel al instante. No diría que Lee es el mejor actor del mundo, pero el mejor actor del mundo no hubiese podido interpretar el papel mejor que él.


 

¿Fue muy dura la película para el resto de los actores…Mathiew Modine, Adam Baldwin y el extraordinario Vincent D’onofrio, que interpreta al chico obeso que es víctima del sádico sargento al que acaba matando
No, creo que no. Creo que no les resultó excesivamente difícil y, además, Lee Ermey, que no dejaba de gritar a todo pulmón, les facilitaba mucho el trabajo.



Al final de la primera parte, en la que vemos exclusivamente la infernal instrucción que reciben los reclutas…
Sí, evidentemente fue la parte que grabamos al final porque, durante la instrucción, todos los futuros soldados tenían que tener el cabello cortado al rape. No hubiesen tenido tiempo para que les creciera el cabello antes de la segunda parte, que tiene lugar en Hue…




 

Cuando el recluta patoso (Vincent D’onofrio) esta a punto de matar al instructor y antes de suicidarse, tiene exactamente la misma expresión que Jack Nicholson en The Shining, esa mirada de locura con los ojos casi en blanco…¿Es una coincidencia?
Surgió así. Yo no le dije “Haz como Nicholson”, pero es cierto que las miradas son muy similares.





¿Realizó investigaciones técnicas para Full Metal Jacket?
Nada especial. Bueno, quizá para la secuencia en la que la sección está refugiada detrás de un muro bajo, antes de localizar al franco-tirador. Para conseguir que los incendios que rodean a los marines fuesen más interesantes, decidimos filmar la secuencia exclusivamente con la luz tenue del crepúsculo. Por que si grabas eso a pleno sol, simplemente no ves las llamas. Repetíamos la escena durante horas y solo filmábamos 45 minutos cada día. La luz, está todo ahí…También intenté encontrar el ritmo en las tomas de combate situándome a menudo detrás de la gente, e incluso desmontamos al steadycam, que puede rodar sobre rieles, para que el movimiento fuera menos perfecto, mas brutal. Pero la cámara solo esta allí para grabar lo que hacen los actores, cuya misión es generar emociones…EL rodaje, el montaje…pueden amplificar una reacción, pero jamás fabricar una emoción.


 
¿Su Vietnam fue construido cerca de Londres?
Fue un golpe de suerte milagroso. Todos los combates de la ofensiva del Tet se desarrollaron en las ciudades, porque los norvietnamitas y el vietcong pensaron que la población se les uniría y sería allí donde ganaría la guerra. Por lo tanto, necesitaba calles…Y construir calles para luego destruirlas hubiese mermado el presupuesto de 17,5 millones de dólares! Fue entonces cuando encontramos aquel viejo sector de gasómetros en desuso, con edificios industriales de los años treinta, situados en un brazo muerto del Támesis. Antes incluso de retocarlos, añadirles lo necesario y demolerlos ya se parecían enormemente a las fotografías de los suburbios urbanos vietnamitas que me habían mostrado. Estuvimos tres mese preparando aquel inmenso decorado ideal, volando los edificios, quemando las paredes…No hubiésemos podido encontrar nada mejor en el mundo. Estuvimos rodando allí unos meses.


¿Implican las escenas de combate muchos planos secuencia?
Es mejor para los actores

Pero par UD. y la cámara…
Da lo mismo. Las escenas de acción, normalmente, tiene que ser fragmentadas. Las escenas dialogadas son más eficaces si no están partidas.

¿Diseña UD. alguna vez story-boards o visualiza cada toma mediante dibujos?
No, pero en Full Metal Jacket, debido a los efectos especiales, a veces he tenido que predeterminar con mucha exactitud la escena. Por ejemplo, cuando la sección está detrás del muro y los soldados disparan con fúsil ametrallador vemos múltiples impactos por todas partes. Los técnicos en efectos especiales tardaron dos días cada vez para conectar cada una de las cargas situadas en los edificios a un cable eléctrico, conectado a su vez a un cuadro de mandos. Y cada vez se necesitaban dos días para hacerlo, con diez hombres trabajando solo para preparar otra toma. Tres mil cargas, tres mil explosiones simultáneas que duran diez segundos…

No es la primera vez que emplea la música de forma chocante: Singing in the rain durante los paroxismos de La Naranja Mecánica, el vals El Danubio Azul que acompaña el movimiento de las estaciones orbitales de 2001: Una Odisea del Espacio…Esta vez es la alegre canción infantil del club de Mickey Mouse al final de Full Metal Jacket.
Por desgracia, en Francia el club de Mickey no tiene el mismo significado que en América. En Estados Unidos, todos los niños se sientan delante del televisor y cantan la canción. Lo que he querido sugerir es que esos muchachos que están haciendo la guerra están todavía muy cerca de la infancia, del niño que fueron, sentados delante de la tele cantando Mickey Mouse…Encontrar un final para una película bélica lo es todavía más. E protagonista debe vivir o morir, o quizá quedar herido…La solución más lógica y radical es que muera, pero a mí me parece más interesante que sobreviva.




¿Disfruta del momento en que su película se presenta al público?
Claro. Me gusta que se vea. Si no, sería como un pintor en las tumbas egipcias, trabajando solo para los dioses. Lo único que me preocupa es que las copias sean buenas.

¿Cómo puede controlarlas todas?
No es tan difícil como parece. Primero con sigues la copia original y cortas unas cuantas imágenes del principio y el final de cada bobina. Entonces, como solo hay seis bobinas dobles, tienes doce pequeñas tiras de cintas que metes en una visionadota. Y alguien, bueno, en realidad mi montador, comprueba y compara esas muestras con el principio y el fina de cada bobina del resto de las copias. Si están demasiado verdes, rojas, claras u oscuras, las devolveremos al laboratorio. Como saben que hacemos controles, se esmeran mucho…No desechamos más de un 2%.



¿Cuántas copias de Full Metal Jacket circularán simultáneamente en el mundo?
Unas 2,000. La comprobación de una copia puede hacerse en un minuto. Como sabe, hay 60 minutos en una hora (se ríe) y, por lo tanto, 480 minutos en una jornada de 8 horas. En un día, podemos comprobar 480 bobinas…! No se tarda tanto como usted cree!

¿Es más complicado en el caso de las salas?
Sí. Solo puedes visitar los diez cines más importantes de cada país. Y merece la pena…Si supiera la cantidad de bombillas rotas, altavoces estropeados, pantallas inadaptadas que encontramos…No es una excentricidad mía querer controlarlas. El estado de la mayor parte de las salas es deplorable.

¿También supervisa el doblaje y la subtitulación de sus películas?
El doblaje sí. Elijo a un buen director para cada idioma: español, italiano, alemán y francés. Escucho las pruebas de voz que me proponen, dejo que graben la banda de sonido y luego la traigo para mezclarla. La mezcla es de vital importancia para encontrar el equilibrio. El sonido de estudio es siempre demasiado rico, demasiado limpio en comparación con el sonido original de exteriores. A menudo hay que rebajarlo, cortar determinadas frecuencias y desmejorarlo para que parezca más real.

¿Le han dado los directores franceses buenas versiones dobladas?
Por supuesto. Michel Deville, por ejemplo, dirigió el doblaje de The Shining. Y las personas que se están encarando ahora de la traducción de los diálogos y la redacción de los subtítulos de Full Metal Jacket son los mejores de Francia, Anne y Georges Dutter.

UD. sigue su propio camino y parece una persona independiente…Un poco al margen del sistema. ¿Se siente libre?
Sí, pero no ha sido fácil. Hasta La Naranja Mecánica, las compañías rechazaron todas mis películas. 2001, por ejemplo, la aceptó la MGM in extremis, nadie la quería.

¿No conseguía convencer a los responsables?
¡No conseguía ni entrevistarme con ellos! Ocurrió lo mismo con Dr. Strangelove, todos los estudios la rechazaron…No obstante, en cierto sentido, es verdad que siempre he sido libre, por que he tenido el control artístico de mis películas. Al principio, en la United Artist estaban encantados de dármelo y no me pagaban nada por ello. Nada. Cero. Mi socio, Jim Harris, me prestaba un poso de dinero, lo justo para vivir. De hecho, no cobré un sueldo hasta Spatacus…mi quinta película!

La mayoría de sus películas no han tenido una buena acogida por parte de la crítica al estrenarse. Luego, son revisadas y calificadas de pobras maestras
Creo que si haces una película con un cierto contenido, al principio la gente la rechaza. De una forma espontánea, solamente aprueban las películas divertidas, ligeras y que no incomodan a nadie.

Pero las reacciones varían según el país. ¿es una cuestión cultural?
Empiezo a pensar que sí. Barry Lyndon tuvo una gran aceptación y gustó mucho en Francia…
En cambio, los resultados en Estados Unidos fueron decepcionantes. El crítico del New York Times, a quien sí le había gustado, intentó analizar el fenómeno y, para ilustrarlo, mencionó una carta que había leído. La había escrito el propietario de una sala de cine de los años treinta o cuarenta, que se dirigía a un distribuidor y le decía: “! No vuelva a mandarme nunca más películas en los que el protagonista escribe con una pluma de ganso!”.



Usted es un cinéfilo compulsivo y mira varias veces todas las películas, incluso las suyas. ¿Hay algo que no les guste?
No me gusta mucho Spartacus; ya estaba empezada cuando me encargué de ella tras la marcha de Anthony Mann. En cuanto a Lolita, tengo la impresión que la película no consiguió captar toda la magia que hay en el libro de Nabokov, es decir, el estilo. Lolita es uno de los ejemplos mas claros de que hay grandes libros que, sencillamente, no pueden convertirse en grandes películas.

¿Sigue pensando en su Napoleón, un proyecto que no se materializó?
Aún no he renunciado a ese proyecto. En aquel momento fue duro. Había pasado mucho tiempo – mas de un año – leyendo las mayor parte de los 500 libros que reuní sobre el tema y escribiendo yo mismo el guión.



Es un poco como el tema de Vietnam, ya se ha hecho muchas películas sobre Napoleón…
Sí, pero ninguna buena. Ni una que sea decente.

¿Qué me dice de la de Abel Gance?
Está magníficamente filmada, pero cuesta un poco tomarla en serio por que los artistas actúan con el peor estilo del cine mudo…Si yo fuera Napoleón, no me gustaría nada verme representado en esa película.

¿Qué le interesa, el emperador o Bonaparte?
Todos los sucesos fantásticos que vivió, la love story, el ascenso al poder, ¡todo! El decía: “!Que magnfica novela se escribiría con mi vida!”.



¿Había pensado en algún actor?
Ese es el gran problema: un actor que pueda ser creíble desde los 20 hasta los 50 años…Quizá sería posible con un enorme trabajo de maquillaje…No obstante, lo más difícil es encontrar a un actor que parezca lo suficientemente inteligente (se ríe). Todos los napoleones han sido espantosos. Brando estaba execrable; Rod Steiger, ridículo; Charles Boyer, desastroso […]. Si Gerard Depardieu se pareciese a Napoleón…Es un actor fantástico.





Cuando no está rodando, ¿Lo hecha de menos?
No. Rodar no es nada del otro mundo. Te levantas muy temprano, día tras día […] Es un trabajo. No hago películas por que me guste especialmente la realidad física de rodar, sino por que me encanta explicar una historia que me interesa.

¿No le gusta viajar?
No me gusta subirme a un avión, pero viajar no me molesta si es por un buen motivo. Me gusta ir a un sitio si tengo algo que hacer allí pero, para visitar un país, lo mejor es ver un documental. No me gusta la idea de perder tiempo.

¿Siempre quiso ser cineasta?
No, quería ser médico como mi padre, de medicina general, pero en la universidad no sacaba buenas notas. Conseguí mis títulos en 1945, el año en que todos los soldados regresaban y tenían derecho a entrar en al facultad sin pasar exámenes…Había que estar entre los mejores.

¿Le interesa la psiquiatría?
No. Bueno, sí, para leer obras sobre el tema, pero no para ser psiquiatra.

Es que la locura esta siempre tan presente en su trabajo…El Dr. Strangelove en Dr. Strangelove, el escritor de The Shining, el recluta en Full Metal Jacket…
El computador Hal de 2001…Sí, pero ya se había escrito sobre el tema mucho antes de la invención de la psiquiatría. En mi opinión, la locura es un buen recurso dramático.

Volviendo a Full Metal Jacket, ¿Ve alguna comparación posible con Apocalypse Now?
Si nos arriesgamos a la comparación musical, diría que a Coppola le gustaría ser Wagner y que yo preferiría pensar que soy Mozart. Más clásico que romántico.

Usted quiere ser emocional, no sentimental.
Exacto. En mi opinión, lo sentimental evoca el tipo de cosas que vemos en la telenovelas.

No obstante , ¿No le gustaría algún día rodar una verdadera película romántica?
Ya lo hice, con Lolita. Todas las grandes damas de la literatura, Julieta, Anna Karenina, están distanciadas de la sociedad. Lolita también…
Es cierto, me encantaría hacer otra película romántica, pero primero hace falta que encuentre una historia…



2 de abril de 2010

REVISTA POSITIF: 2 preguntas sobre Kubrick. PARTE II

NOTA DEL DIRECTOR: Deseo pedir disculpas a los pocos (pero fieles) seguidores de este blog por la larga ausencia de publicación sobre nuestro respetado Stanley Kubrick.. Mi trabajo se incrementó mucho tanto que me mantuvo ausente del mundo virtual por 4 meses. No volveré a permitirlo. Gracias.




Cuarenta y ocho cineastas, franceses y extranjeros, respondieron a estas dos preguntas hechas por la revista mensual de cine francesa POSITIF, en su Nº º464, de octubre de 1999. Traducción por Raúl Lino villanueva.



1- ¿Cuál es, según UD., el aporte de Stanley Kubrick al cine?

2- ¿A cual de las películas de Stanley Kubrick le tiene UD. más afecto, y por qué?



GIANNI AMELIO

1- Un día Federico Fellini dijo a propósito sobre Stanley Kubrick algo impresionante. Dijo que lo envidiaba. Que lo envidiaba mucho. Y explica inmediatamente por qué: “Kubrick – dice Fellini – puede contar las historias que él quiere sin por ello dejar de contárselo a él mismo. Yo, al contrario, estoy condenado a una especie de autobiografía eterna.

Pienso que el creador de 8 ½ descubrió el signo, la definición de la esencia de Kubrick y su lugar en el cine moderno. Kubrick fue el mas grande “autor de estilo” de nuestro tiempo. Si en el Hollywood clásico el “estilo” fue al mismo tiempo la fuerza y la limitación de muchos cineastas, con Kubrick se volvió lo contrario, a cada vez – que se trate de guerra o de ciencia ficción, de una historia de horror, del grotesco o de un suspenso –, la urgencia y la eficiencia de una confesión. Como si, a cada vez, se tratara de un pedazo de su propia existencia.

2- No sé cual es la película más bella de Stanley Kubrick: cualquiera puede escoger una y no equivocarse. Para mí, espectador de 12 años, en 1958, Paths of Glory. La humanidad, la pasión, la fuerza de la puesta en escena: el secreto del cine no muere.




JANE CAMPION

1- Desde la época en la que comencé a ir al cine, siempre sentí que Kubrick, como artista, tenía una manera única de pertenecer a su tiempo, y más aún que cualquier otro cineasta. Él atraía nuestra atención hacia historias de gran envergadura, sorprendentes, humorísticas, sin compromiso, y también morales, según yo. Nos desafiaba, a nosotros, los cineastas, a reflexionar sobre el mundo y sobre el arte de forma lúdica, irreverente, pero siempre de alto nivel. Cada una de sus películas me parece una obra maestra, y era el maestro que constantemente reorientaba nuestro punto de vista sobre las cosas, jugando siempre en una categoría aparte. Era como un guía en el seno de nuestra cultura.

 

2- Paths of Glory es una película de una claridad increíble, que demuestra la ausencia de moral inherente a toda guerra y el terrible precio que los hombres deben pagar por participar en ello. Sin embargo, al final, el amor está presente e ignora las fronteras estúpidas entre los pueblos. Y todo está tan increíblemente comprimido, con una tal fuerza y modernidad, en menos de 90 minutos! Pero, al mismo tiempo, es un error el querer aislar una sola película de Kubrick, por que su obra es tan diversa y que esta diversidad hace parte de su esplendor. Para mí, A Clockwork Orange por ejemplo, la primera película de él que ví en su estreno, cuando yo era aún una jovencita y que había leído el libro, es una obra fantástica, como lolita. Cuando descubrí The Shining, estaba molesta por haberme asustado tanto ya que no llegaba a comprender las razones profundas de mi miedo.




BRUNO DUMONT

1- Kubrick me mostró que el arte de una puesta en escena en el cine, es ante todo el arte del espectador – individuo y no público – , su tiempo de exposición, y que por su sola presencia, una película es la cumbre de su propio enigma. Las películas de Kubrick son ante todo materias formadas, proyectadas a la sensibilidad íntima del espectador, y sólo son inmensas lagunas residentes en él mismo. Kubrick cree en el espectador, en su potencia, osea, a la disponibilidad del cine. Sus películas son medios de expresión allí donde tantos otros son aún resultados.

2- Mi nostalgia de Barry Lyndon. Mi nostalgia, a mi memoria y a mis ojos, de una película magistral – cínica y en el fondo pesimista – de un héroe ingenuo, casi alienado. La película más entrañable de Stanley Kubrick, la mas bella en sus formas cinematográficas, sus rasgos, la mas reconfortante en todos sus lugares – aún escucho la voz del narrador arrogante y desalentador (anunciando seguido lo que vendría). Desde hace tiempo, conservo en mí la curva del relato y de aquello que es sordo: las peripecias de la ascensión y de la caída del joven Reymond Barry, de las infinitas modificaciones de la puesta en escena, de las alteraciones de la representación exacta del motivo, de las variaciones de la obra detrás de las apariencias y el maquillaje de su tema surge el intercambio de mi mirar y de mis sentidos uno de los mas ricos e invisibles retratos psicológicos de un hombre del siglo XVIII y del hombre en general; a favor y en contra – a mi parecer – de uno de los más grande cineastas modernos.