12 de octubre de 2015

MADAME K


MADAME K

Esposa de Stanley Kubrick durante cuarenta años y madre de sus hijos, Christiane Kubrick nos da unas luces sobre la intimidad del autor de Eyes Wide Shut y corrige algunas leyendas erróneas según ella. 

Madame K, publicado en Les Inrockuptibles Hors Serie. Kubrick: L’Odyssee d’un Solitaire. 1999. Entrevista por Serge Kaganski. Traducción del francés por Raúl Lino Villanueva.




Su esposo, Stanley Kubrick, tenía la reputación de ser un perfeccionista, un trabajador obsesivo. ¿Tenía el tiempo de vivir una vida privada?
Él no era obsesivo, no es el buen término. Como todas las personas que aman lo que hacen, pensaba simplemente que su trabajo era el mejor juguete del mundo. Los pintores, escritores o los músicos no se levantan por la mañana diciendo: “Oh, diantres, tengo que ir al trabajo”. No era del tipo sombrío, encarcelado por su trabajo, adoraba lo que hacía, adoraba la profesión de cineasta, es todo. “Obsesión” es un término muy connotado, muy evocador de  locura. No era para nada el caso de Stanley. Aparte, hizo pocas películas, lo que muestra que no estaba obsesionado por la idea de hacer toneladas de películas, él solo quería hacer buenas películas.

¿Pasaba lo esencial de su tiempo trabajando en sus películas?
No. Leía mucho. Pasaba mucha parte de su tiempo haciendo de businessman, porque producía sus películas… De hecho, él mismo se preguntaba como pasaba su tiempo. Andaba siempre muy ocupado, el tiempo se le iba muy rápido. Se ocupaba también mucho de su familia, tenía muchos gatos y perros y ocuparse de ellos toma más tiempo de lo que la gente puede creer. También pasó mucho tiempo en uno de sus proyectos que no terminó: Aryan Papers, sobre la segunda guerra mundial, A.I., sobre las noticias de tecnología…Hace unos treinta años tenía un proyecto sobre Napoleón y ya había firmado un contrato con el ejército rumano.



¿Cómo reaccionaba cuando uno de sus proyectos no llegaba a realizarse?
Muy a menudo, lo aterrorizaba. Aryan Papers lo detuvo él mismo por culpa de La Lista de Schindler. Pero Napoleón, le hubiera encantado poder hacerla. El estudio no continuó por el desastre comercial de Waterloo.

En general, ¿Que hacía exactamente cuando no trabajaba sobre una película?
Se distraía en casa. Pasaba el tiempo con los niños, hablaba de sus problemas, se ocupaba de sus nietos…También le gustaba cocinar de vez en cuando. No cocina muy sofisticada, si no cosas rápidas y fáciles de hacer a la americana: frituras, grandes ensaladas, sándwiches americanos…Era un poco desordenado en la materia: cuando cocinaba, había siempre demasiadas cacerolas y mucho humo… No es tan simple describir exactamente el transcurso de sus días. Pasaba también enormemente parte de su tiempo al teléfono, hablaba mucho con sus amigos, colaboradores. Las únicas personas con las que no hablaba eran con gente de la prensa y de los medias. Era una especie de timidez de su parte, temía no ser tan interesante como sus películas. Decía: “Trabajo mis películas de forma muy minuciosa, pero después, en entrevistas, me pongo nervioso, estresado y digo cualquier cosa”…Cómo su mujer en este momento!

|


Sin embargo, las raras entrevistas que dio son apasionantes.
Quizá, pero cada entrevista le tomó un día de su vida. No le interesaba consagrar tiempo a conversar con el Times, Newsweek, etc. Al contrario, le gustaban mucho las revistas francesas porque el público francés era importante a sus ojos. Sus películas tenían éxito aquí. A veces los ingresos de la sola ciudad de París eran más importantes que en todo Reino Unido. París es una ciudad cinéfila y Stanley era un artista – o en todo caso aspiraba a serlo. Seguido fue presentado como un monstruo, un ermitaño solitario y misterioso, pero es la prensa quien inventó esta imagen. La prensa inglesa tenía costumbre de preguntarle cosas impertinentes o idiotas. Cuando sucedía, era lógico que rehuya, ser desconfiado.

Tenía igualmente la reputación de ser un recluido, que no salía de su cubículo.
Para nada. Simplemente, no le gustaba viajar. Pero decir que no salía de su casa, es hacerlo pasar como un loco. Salía seguido, pero no frecuentaba públicamente personas conocidas. No iba a lugares donde uno es visto, como grandes restaurantes u hoteles. Frecuentaba lugares más discretos. En cuanto a sus amigos célebres, como Spielberg, venían a verlo a casa. Nada fuera de lo común: un montón de personas prefieren comer en casa con amigos en lugar de un restaurant ruidoso. Cuando uno quiere cenar y conversar tranquilamente, es más simple en casa; ya que en un restaurant, cuando se es Stanley Kubrick, uno es reconocido y la noche se estropea, no se está tranquilo. Tenía sus razones de temer ya que hubo un impostor que se hizo pasar por él un buen tiempo, lo que creó un gran escándalo en la época. (N.R.: sobre este caso se hizo la película Color Me Kubrick)




¿Iba de vacaciones con Ud? ¿No era curioso de otros países, de otras culturas?
Viajamos en el pasado…Pero Stanley no tomaba vacaciones, eso lo aburría. Pasar el tiempo en una playa era para él una idea atroz. Los países, las culturas, los descubría por la televisión. Yo le decía seguido que no tenía nada que ver con el verdadero contacto, pero la sola idea de tener que hacer las maletas lo desanimaba por adelantado. Vivíamos en el campo, aprovechaba este paisaje, los paseos. Finalmente no viajaba porque no lo necesitaba, tenía una vida social normal. Pero que pasaba mucho por las máquinas, teléfonos, fax, etc.

En tanto que ser un americano viviendo en Londres ¿Cuál era su relación con su país? ¿Lo extrañaba?
Lo extrañaba, pero el proceso era como para cada uno de nosotros: es sobre todo su juventud lo que le hacía falta. Pero él sabía que su juventud y la América de su juventud habían definitivamente desaparecido. Decía que si algún día regresara al Bronx lloraría por que no lo reconocería. Además, regresar a los E.E.U.U. le hubiera costado hacer sus maletas y subir a un avión. Para él, no valía la pena.



¿No le molestaba para nada estar definitivamente cortado de sus raíces?
No estaba para nada cortado de sus raíces! Todas las personas que amaba y que lo amaban estaban a su lado, a los otros les hablaba por teléfono. Su espíritu era más internacional que americano. Estaba muy al tanto de la actualidad, sobre todo de la americana. Seguía con pasión el proceso de O.J. Simpson por ejemplo, o más recientemente el caso Lewinsky.

¿Conversaban juntos de su trabajo? ¿De sus proyectos en curso?
Si, hablaba todo el tiempo, era muy comunicativo. Escuchaba mi opinión y comentarios. Es difícil describirle lo intenso que era sobre todo. Era un hombre apasionado. Cuando su guion estaba terminado, ya no hablaba, iba, sabía que lo que debía hacer y no necesitaba más opiniones. Al contrario, cuando estaba en un estado de ideas preliminares, conversaba mucho.



¿Conversó mucho con UD. sobre Eyes Wide Shut, una película que habla de la pareja?
Sí, pero nuestra pareja no fue el único referente. Más se envejece, más uno ve cómo evolucionan las otras parejas, sus amigos, percibe mejor sus problemas. Y todos estos problemas de parejas son evocados a través de toda clase de intercambios, desde las conversaciones más serias y profundas hasta los chimes de una mujer. Pienso que Eyes Wide Shut aborda estos temas frescamente, estos temas que seguido incomodan a la gente. La pareja, el deseo, la infidelidad son temas a veces difíciles de hablar,  y ceo que Stanley amaba esta dificultad. Era muy curioso sobre lo que viven las personas, estaba fascinado por sus historias. Y, sobre todo. Amaba la novela de Schnitzler.

Para el espectador, Eyes Wide Shut  se muestra como su película más personal, la más íntima.
Si, sin duda. Es también por esta razón que el tema es difícil de abordar que a Stanley le tomó tanto tiempo prepararlo. Y más uno envejece, más uno aprende. Y como el tema le concierne a todo el mundo, estaba muy orgulloso de dirigirse a todo el mundo. Él amaba mucho Eyes Wide Shut, la consideraba su mejor película.



Eyes Wide Shut es una película muy europea en muchos aspectos ¿Que pensaba su esposo de la evolución del cine americano, de la nueva estética dominante fundada notablemente sobre una edición ultrarápida?
Su opinión cambiaba todo el tiempo, variaba según el tema de la última película que salió. Si UD. deseaba grabar su opinión sobre el cine contemporáneo hubiera obtenido una curva que cubriese todo el espectro. En todo caso, estaba muy orgulloso y consciente de su independencia, sabía que era muy hábil y que había maniobrado bien para hacer más o menos lo que él quería. Muy joven ya, él sabía lo que quería y deseaba muy fuertemente esta dependencia artística. Desde ése punto de vista, estaba muy organizado y preveía de todas formas a conciliar su independencia y la colaboración de los grandes estudios. Es quizá una de las razones por la cual hizo tan pocas películas: se sentía deudor de este estatus y tenía a conservarlo y honrar esta libertad. Para él, no era hacer cualquier cosa, lanzarse con la cabeza baja sobre cualquier proyecto llegado…Hacer películas lentamente de extremo a extremo era su forma de no traicionar su libertad, prefería no hacer la película antes que terminarla de cualquier modo. Planificar todo para conservar su estatus era como una gigantesca partida de ajedrez – y siempre hacía los mejores movimientos.