11 de julio de 2019

REVISTA POSITIF: 2 preguntas sobre Kubrick PARTE VI

Cuarenta y ocho cineastas, franceses y extranjeros, respondieron a estas dos preguntas hechas por la revista mensual de cine francesa POSITIF, en su Nº 464, de octubre de 1999. Traducción por Raúl Lino Villanueva

1-¿Cuál es, según UD., el aporte de Stanley Kubrick al cine?
2-¿A cuál de las películas de Stanley Kubrick le tiene UD. más afecto, y por qué?

                                              CATHERINE BREILLAT

1.- EL de haber hecho una obra.
Lo que contradice la idea de que las películas solamente aglomeran múltiples autores, armoniosamente calibrados y lisos como guijarros de carbón, para ser repartidos en sacos todos los miércoles (día de estreno de películas en Francia); y engullidos en palas a un ritmo forzado en la boca voraz y humeante  de los complejos y multicines. Hasta que llegue la muerte.

2.- Lolita. Porque es la historia de una jovencita, punto absolutamente nada escandaloso como se dijo pero  arquetípico. Pero aquello es una chuchería personal; lo que es fascinante en Kubrick es precisamente el enfoque arquetípico, cada película con su sello único. Luego, sin explorar la vena, pasar a otra.
Amo enormemente el hecho que no hubo secuela de 2001, por demás de la  impresionante cantidad de fans.
Lo que me gusta de Kubrick es lo que una vez que lo dijo, ya no lo volvió a decir nunca. Así me guste la idea de que un autor haga siempre la misma película. Y haciendo obstinadamente “otra”.

                                             ROMAN POLANSKI


1.- Para mí, Kubrick fue el primero en haberle dado una forma más o menos realista a la ciencia ficción. Antes de 2001 era más o menos el reino del papel maché. Ya en Dr. Strangelove  mostró con un cuidado extremo elementos fantásticos, como la sala de guerra  o Slim Pickens cabalgando una bomba atómica. Es en ésta película que utilizó les efectos especiales con ese perfeccionismo que seguidamente le reprochamos. Como si fuera un defecto. Abrió el camino que va desde Star Wars hasta Starship Troopers. EL gran éxito de 2001 fue debido al sentimiento, por primera vez en el cine, de estar verdaderamente en el espacio.  Yo rodaba en la época The Fearless Vampire Killers, en el mismo estudio, es así como conocí a Kubrick. Me mostró varias cosas que había rodado con su director de fotografía, Geoffrey Unsworth. Su enfoque me fascinaba. Tuvo mucho éxito adquiriendo su independencia, ya que en esa época, para realizar tu visión de futuro de manera plausible, se necesitaba de mucho tiempo y dinero. Nadie antes que él tuvo los medios para llegar a eso, y nadie, en su época, hubiera aprovechado esa ventaja.

2.- Sin ninguna duda Dr. Strangelove. No tuvo un gran éxito comercial ya que fue hecha muy temprano. A su manera, es una película avant-garde y la obra de uno de esos artistas que tienen un instinto del futuro, que están muy en avance de su tiempo para ser propiamente apreciados. Todo me gusta: el tema, su ejecución,  con esta fotografía de Gill Taylor, ese humor negro de Terry Souhthern y también de Kubrick ya que tenía bastante, y todos los actores sin excepción, comenzando por Peter Sellers,  Estoy muy apegado a Dr. Strangelove, que he visto muy seguido, y que creo, para los cineastas, es una película tan diferente de lo que veíamos en la época, tan nuevo, moderno y corajudo. Nada parece en estudio habiendo sido todo rodado en él, como más tarde 2001. Esta mezcla tan exitosa de realismo y de fuerza me dio ganas de conocer a Kubrick, Cuando, poco después, yo grababa Repulsion, quise a Gill Taylor detrás de la cámara, como a Geoffrey Unsworth para Tess.

CLAUDE SAUTET
1.- El recuerdo del cine ejemplar de Kubrick me deja una lección paradoxal: ese puritanismo general y esa intransigencia casi tribal que llevan a un perfeccionismo patológico deslumbrante, con la nada del misterio al final del viaje. Un viaje más allá de la emoción donde el placer de la actuación, el juego apasionado del espectáculo, nos lleva. Ese juego hecho de angustia solitaria y lúcida, que alimentó de una inventiva continua para afirmar sin cesar si singularidad. Iluminado de suntuosos estallidos populares.

2.- Primero 2001, después 2001 y siempre 2001. 2001 vuela sobre su obra como 8 ½ de Fellini, como Citizen Kane de la de Orson Wells.



6 de abril de 2019

JULIAN SENIOR: ALTO RESPONSABLE DE LA WARNER Y CONTACTO DE KUBRICK CON LA MAJOR. Parte II

Tomado  del artículo Le Grand Atelier, publicado en Les Inrockuptibles Hors Serie. Kubrick: L’Odyssee d’un Solitaire. 1999. Por Fréderic Bonnaud. Entrevistas por Fréderic Bonnaud  y JD Beauvallet. Traducción del francés por Raúl Lino Villanueva 


Kubrick fue sin duda le primer cineasta que comprendió que la difusión de una película en todos sus soportes (plataformas) era igual de importante que su producción, que el seguimiento de una creación artística era capital asegurar el impacto y sostenibilidad. Y Julián Senior se regocija en júbilo con ejemplos edificantes:
-Sobre La Naranja Mecánica, un  día recibió una llamada de unos de sus técnicos de sonido, quien se encontraba de vacaciones en España y que vio allá la versión doblada en español. Al medio de la película, había una bobina en francés. Le dije: “Stanley ya lo arregló, ya a enviamos una bobina en español”. Y él: No, no está arreglado, porque en algún lado hay una copia francesa con una bobina en español!




-Cuando le mostramos Barry Lyndon a la prensa, Stanley me preguntó: “¿A qué hora es la proyección?” “A las 10 de la mañana”. Al día siguiente: “Julián, no estoy satisfecho respecto a esta proyección en la mañana”. “Que es lo que está mal?” “Si los periodistas no han tomado desayuno el nivel de azúcar en su sangre es bajo y es difícil concentrarse. Te voy a decir que vamos a hacer: vamos a servir café y galletas antes”. Entonces me hizo un croquis de la taza y el plato y me dijo “Hay que usar platos grandes para que puedan poner sus galletas”. Luego me preguntó detalles de la sala, sobre el lugar, por donde entraban los periodistas, sobre el lugar donde tomarían el café.



-En enero,  de ese año, dos meses antes de su muerte. Kubrick me llamó en la mañana: “Julián, estoy muy inquieto” “Cual es le problema?” “Lolita”. “Lolita?” “He visto Lolita anoche a las 2 de la mañana en un canal alemán por satélite. Que copia más mala! Por favor, llama al tipo allá, le enviaré una copia decente que podrá transmitir”. Llamé al tipo del canal en Hamburgo. Stanley y Leon (Vitali) le proporcionaron una nueva copia, con un buen contraste. No paraba nunca. Lo que es legítimo. Siempre debía ser así”.


-Habíamos visto el primer comercial publicitario de Full Metal Jacket en la cocina de Stanley, durante el noticiero de las 10pm. Fue perfecto, pero Stanley dijo “No estoy contento, hay algo que no está bien”. Subimos a su oficina donde tenía un magnetoscopio. Pasó el comercial imagen por imagen. Tenía razón, habían dos imágenes grises. Stanley vio estas dos imágenes, a 25i/s por segundo. Le dije que como espectador medio me pareció perfecto, que no me di cuenta. Dijo “No, hay que cambiar eso”. Llamó a su editor y a Leon Vitali. A las 10:30pm regresamos a la sala de edición y reeditamos el comercial. A la mañana siguiente, estábamos en Birmingham, en Glasgow, en Southampton, para entregar nuevas bobinas a las televisoras. Cuando uno es perfeccionista no hay límites. Y es contagioso.




to be continuará.....


2 de enero de 2019

JULIAN SENIOR: ALTO RESPONSABLE DE LA WARNER Y CONTACTO DE KUBRICK CON LA MAJOR. Parte I



Tomado  del artículo Le Grand Atelier, publicado en Les Inrockuptibles Hors Serie. Kubrick: L’Odyssee d’un Solitaire. 1999. Por Fréderic Bonnaud. Entrevistas por Fréderic Bonnaud  y JD Beauvallet. Traducción del francés por Raúl Lino Villanueva.




Con el fin de descifrar los famosos métodos de trabajo de Stanley Kubrick, desenmarañar leyenda y realidad, nos encontramos en Londres con tres de sus más cercanos y antiguos colaboradores: Leon Vitali, Jan Harlan y Julian Senior. Un gran avance en el sistema Kubrick para dibujar un retrato del genio artesano a la antigua, pedagogo incansable de meticulosidad más empírica que fría, gran comunicador curioso de todo. Y gran devoto y amigo de los animales.



Sobre todos esos puntos litigiosos, el testimonio de Julian Senior es de una abundante claridad. Director de publicidad, de marketing y de relaciones con la prensa de la Warner con toda Europa. Habla claro, franco y divertido. Gran contador de historias, su repertorio de historias con y sobre Kubrick parece interminable. Si se permite a veces ser irreverente con Kubrick, no oculta su poca admiración por The Shining (A Shelley Duval la hubiera agarrado a batazos de béisbol desde el primer carrete…) y encuentra insoportable la voz de Ryan O’Neal en Barry Lyndon, habla de Kubrick sin nunca hastiarse, muy seguido con lágrimas en los ojos. “Su contrato con la Warner era de hacer una película con clasificación R, apta para todo público, con control parental para adolescentes. Pero él no sabía cómo las personas de la comisión iban a reaccionar. Vieron la película diez días después de la muerte de Stanley y declaran que, según la ley estadounidense, toda relación sexual mostrada en pantalla conlleva una prohibición automática a menores de 17 años (NC -17). Stanley decía que si ciertas escenas tenían problemas de censura, él agregaría tapaderas numéricas. Se hizo después de su muerte.”



Corresponsal de prensa practicante en 2001, Julian Senior conoció a Kubrick en 1968. Me dijo inmediatamente: “Voy a expandir tu horizonte. Podrás ver más lejos” En 1969 cuando llevó A Clockwork Orange a la Warner, yo ingresé  a la Warner al mismo tiempo. No era una compañía americana como las otras. Había firmado a Martin Scorsese por Mean Streets, Terence Malick por Badlands, Clint Eastwood. Era una compañía diferente y yo quería ser parte. Stanley le daba su confianza a todo a priori. Si trabajó conmigo, es, pienso yo, porque se dio cuenta que trabajar con una grande compañía, era como tratar con un dinosaurio., Un gran cuerpo, muy poderoso, pero con pequeño cerebro. 

No hablaba con los directores de la compañía, pero llamaba a la responsable de desarrollo en Hong Kong por ejemplo. Igual que llamaba él mismo  a los productores japoneses. Porque como en cualquier sociedad estructurada, cuando las órdenes son transmitidas y que llegan al final de una larga cadena de intermediarios, son completamente deformadas. El gran placer de Kubrick era trabajar como un cineasta independiente al interior de una gran compañía.

Kubrick era como un profesor. Si yo no comprendía algo, se tomaba una hora para explicármelo. Como el hecho de que el sonido esté adelantado en 20 imágenes. La proyección se hace aquí y la cabeza de lectura está allá. Hay entonces 20 imágenes de distancia entre ambas. Entonces todas las películas de Kubrick tienen un bip de sincronización que le permite al proyeccionista saber que hay precisamente 20 imágenes entre la imagen y el sonido. Es por eso que éste hombre era un genio: hacía lo mismo para cualquier otra cosa ínfima.

to be continuará....