22 de agosto de 2009

REVISTA POSITIF: 2 preguntas sobre Kubrick. PARTE I


Cuarenta y ocho cineastas, franceses y extranjeros, respondieron a estas dos preguntas hechas por la revista mensual de cine francesa POSITIF, en su Nº º464, de octubre de 1999. Traducción por Raúl Lino villanueva.

1-¿Cuál es, según UD., el aporte de Stanley Kubrick al cine?
2-¿A cual de las películas de Stanley Kubrick le tiene UD. más afecto, y por qué?

JEAN-PIERRE JEUNET
1- El cine de Kubrick ha aportado la prueba que un gran cineasta sólo se debe a su estilo. Kubrick quedará como el más ejemplar de los directores, de aquellos que forman parte del muy cerrado círculo de cineastas verdaderamente “autores” de sus imágenes.
2- A Clockwork Orange. Por que ví esta películas siendo adolescente, cuando aún se tiene el honor de ser impresionable. El choque artístico fue tal que la ví catorce veces en el cine. Lo que es divertido, es que viviendo en provincia, la ví catorce veces en versión doblada. Es así como la veneré. Resultado: aún hoy en día, Orange Mecanique es la única película del mundo que sólo soporto en versión doblada.


FRANCIS FORD COPPOLA
1- A mi parecer, cuando yo era joven, él representó por primera vez la idea que había un cine norteamericano independiente. Sé que ha habido precedentes, pero, a los 17 años, me hizo tomar conciencia que un director cinematográfico podía controlar todos los elementos de una película (el guión, la dirección, la fotografía, la edición) de una manera artesanal. Todo esto me inspiró, el hecho de saber que un cineasta de 25 años podía rodar películas de esta forma. Evidentemente, mas tarde, él continuó innovando.
2- Según yo, la película más sorprendente que él realizó fue Dr. Strangelove. Es la película donde mejor me dí cuenta su importancia, no solamente como un creador de estilo, sino como un pensador original.


ROBERT ALTMAN
Pienso que Stanley Kubrick fue uno de los grandes artistas del cine contemporáneo. Era un director ferozmente individual, que controlaba su visión sin compromiso. No he conocido a nadie que haya funcionado como él. No pienso que veremos a otro Stanley Kubrick.



WOODY ALLEN
1- Él elevó el dominio y la innovación técnica a un nivel superior.
2- Paths of Glory. Una película simple, humana, una gran historia contada magistralmente.



CLINT EASTWOOD
1- Pienso que era parte de los grandes directores cinematográficos, que creó una obra maestra con 2001, A Space Odyssey, estableciendo un precedente para la era del computador.
2- Yo adoré Paths of Glory. Es una gran película contra la guerra, rodada con mucha energía y gran inteligencia. Tenía algo que decir y que continúa siendo cierto hoy en día.


THEO ANGELOPOULOS
Yo he sentido siempre una extraña atracción por el caso Stanley Kubrick. Nunca pude saber si era por sus películas, seguidamente angustiantes, y su tendencia a funcionar al nivel de un oscuro “apocalipsis” que se repetía a cada vez, o por su actitud frente al cine. Distante, perfeccionista, solitario, el logró hacer de cada una de sus películas un evento. El “cine de autor”, seguidamente denigrado en nuestra época post-moderna, encontró en Kubrick una de sus figuras mas emblemáticas de estos últimos cuarenta años.

16 de agosto de 2009

CONVERSACIÓN CON STANLEY KUBRICK

*Fragmentos de una entrevista publicada en El Playano, Universidad de Loyola Marymount, primavera de 1958. Texto tomado del Stanley Kubrick Archives. 2008 Taschen GmbH.




Por Jay Varela.

El último largometraje de Stanley Kubrick, Senderos de Gloria (Paths of Glory), es un magnífico ejemplo de su talento creativo. Con 21 años era uno de los fotógrafos más cotizados de América y, desde 1953, ha escrito, dirigido y producido cuatro largometrajes importantes, entre los que destaca el galardonado Atraco Perfecto (The Killing). Según dice Jay, “como era joven, talentoso y bochornosamente honesto, pensé que sería alguien interesante con quien hablar. Y así fue”.
Jay es estudiante de inglés y, como otros colaboradores de El Playano, es miembro de Del Rey Players. Su artículo se ha trascrito a partir de una entrevista grabada con Kubrick.

JAY VARELA: ¿Por qué no empezar por cómo encontró la historia para la película?
STANLEY KUBRICK:
De la manera en que se encuentran casi todas las historias.


¿Y que manera es esa?
Pura casualidad…A un director en busca de una historia en potencia le ronda por la cabeza una pesadilla constante: saber que en la biblioteca hay probablemente miles de libros que podrían convertirse en película. El problema es el tiempo en que tardas en leer un libro, y luego, evidentemente, el numero limitado de libros que puedes leer. Por más que lo intentes, no puedes leerlos todos. Por lo tanto, la forma en que encuentras un libro que finalmente te gusta es pura casualidad.
De todas formas, encontré Senderos de Gloria simplemente por qué lo había leído cuando tenía unos doce años. Estaba por ahí en algún sitio, ni recuerdo donde. Un día lo encontré y me puse a leerlo. Después, hará un par de años, me acordé de él cuando mi socio Jim Harris y yo estábamos buscando una historia que diera pie a una película. Intentamos comprar el libro pero estaba agotado. Finalmente localizamos una copia, al leímos, nos gustó y decidimos que sería nuestra siguiente película.



¿Así se hacen las películas? ¿Solo hay que encontrar una historia?
Eso creo yo. Por cierto, debo decir que no puedo olvidarme de eso (señalando la grabadora). Me hace sentir incómodo, no lo puedo evitar. De todas formas no puedo rematar cada una de mis frases con un bonito aforismo sobre cine, así que…En cuanto a su pregunta, la película, el propio medio, como ocurre con cualquier forma de arte, no puede ser in fin en sí mismo. Creo que muchas de las denominadas películas realistas tienden a hacer solamente eso. El objetivo de una película es contar una historia, y como el resto de formas narrativas, cuenta mejor unas historias que otras. Supongo que la gente que trabaja en alguna modalidad artística – ya se la novela, el teatro o el cine – obtiene de la propia forma un placer adicional. Siempre se tiende a exagerar la forma por la forma. Yo diría que la historia tiene que ser suprema, independientemente de lo interesante que se la forma. Un ejemplo que se me ocurre es el teatro. El teatro moderno ha degenerado hasta tal punto que se ha convertido en el vehículo del director y del actor. Los escritores escriben obras de teatro, algunas buenas y con personajes geniales, pero uno tiene la sensación de que solamente escriben para conseguir escenas jugosas y que, en realidad, no tienen nada que decir.

¿Podría dar algún nombre? Solo un par de personas, así, sin más.
Bueno, por ejemplo Tennessee Williams, que es sin duda el mejor dramaturgo que tenemos y que aún parece escribir para lograr grandes escenas, gran drama. O quizá debería decir gran teatro. En realidad, no es que tenga mucho que decir, aunque emplee tanto movimiento y tantas escenas potentes para decir lo poco que tiene que decir.


Kazan dijo que el director puede interpretar o poner en escena un drama, mientras que el escritor es quien lo ha creado de la nada. Intentó demostrarlo con Williams y Shulberg. Parece que considera que esos dos escritores sin tenían algo que decir.
Bueno, sí que lo dice pero tengo la impresión, particularmente en el caso de Kazan, de que todo es más sencillo de lo que parece. Te quedas como entusiasmado y te llega en todos los sentidos posibles, pero cuando intentas entender de que iba la cosa, o simplemente qué era, tienes la sensación de que lo único que has visto eran destellos dramáticos. El poder de las formas superaba de tal modo el del contenido que uno se deja llevar por la emoción pero, en el fondo, uno se pregunta qué es lo que quería decir todo aquello.





Pero al final de Senderos de Gloria, ¿No estaba usted intentando utilizar los mismos recursos dramáticos de poder sin sentido? Parecía que quería finalizar con una nota de esperanza, a pesar de que los hombres parecen desesperados.
Independientemente de cómo interprete usted la escena, la esperanza que se da es muy limitada. Incluso cuando los hombres están llorando, manifiestamente emocionados por la canción de la chica alemana, no estamos intentando decir “! Caramba! Estos tíos son geniales”, por que ya habíamos demostrado en el resto de la película que eran tan malos como cualquier otro. Lo único que queríamos decir era que la vida no siempre es tan deprimente como a menudo parece. Aunque la gente a la que amamos nos decepcione, eso no significa que sean maliciosos ni, como usted dice, incorregibles.
No entiendo por que el hecho por qué el hecho de mostrar a estos hombres emocionados al ver a una pobre chica que canta y les recuerda su hogar, la parte de su vida que es decente, significaría que son chicos formidables acosados por los generales. No veo por qué eso tiene que modificar radicalmente todo lo que se había narrado antes en la historia. Siempre he evitado hacer un análisis resumido de lo que se supone que significa mi trabajo. Creo que ya se lo dije cuando hablamos aquella noche delante del Fine Arts, lo que decía T.S. Eliot sobre su poesía: que si hubiese podido decirlo de otra manera, lo habría hecho.

Si, me acuerdo.
Pues es un argumento legítimo. Creo que nadie debería imponerle al artista la carga de hacer un pequeño resumen lógico de lo que quería decir. Puede que para otros sea inevitable, pero no habría que presionar al autor con eso.

Estoy de acuerdo, pero quizá T.S. Eliot y muchos de los artistas actuales evitan el análisis por que temen no parecer tan brillantes como dicen que son.
¡Pero estamos hablando de sentimientos y no de un comentario filosófico!


Ahora que está en Hollywood, ¿Cree que tendrá que contentar al público con un poco de sexo para poder vender sus películas?
Nadie tiene la necesidad de contentar al prójimo. En primer lugar uno tiene que adoptar la actitud correcta: hacer lo que le gusta. Si entonces resulta que todo lo que a ti te gusta no le gusta a nadie mas, lo tienes claro. Mi última película está obteniendo beneficios allá donde se exhibe a pesar de que parece transgredir muchas reglas de Hollywood.
Diría que Hollywood ha evolucionado hasta el punto que las estrellas controlan el negocio, y lo controlan por que le 99% de las películas, independientemente de lo buenas que sean, no se pueden vender al público sin estrellas. La forma en que las películas, se estrenan hoy en día, a toda prisa, no permite que se forje un público por el boca a boca. El problema es como vas a conseguir atraer al público. Inmediatamente, el pobre productor piensa: “! OH, Dios! ¿Qué vamos a hacer?”. Después de todo, solo hay unas diez estrellas y todo el mundo quiere por lo menos una para su película. Si no la tienes, estás apañado. El público no se interesará y las salas de proyección no te concederán las condiciones necesarias para que tu película se un éxito, aunque moderado. Sin uno de esos diez ídolos, lo mismo te daría hacer una película sobre el proceso de enlatados de sardina. Por eso, por diversos motivos que nadie en su sano juicio discutiría, esas diez estrellas se han convertido en la industria cinematográfica.
Pero creo que es un paso adelante. Después de todo, el actor es un artista, y hay pocas estrellas que no sepan actuar. Hay unas cuantas, pero muy pocas. En cualquier materia antes prefería la opinión de un artista, fuese cual fuese, que la de un hombre de negocios. Así pues, a medida que el artista tome el mando, creo que se abrirán nuevas posibilidades para el mercado.

Algunos piensan todavía que Hollywood separa al escritor y al director, como Selznick y su tratamiento de Huston durante el rodaje de Adiós a las Armas.
No, eso no es verdad en la actualidad. Lo que se está dando en las películas es un aligera reacción contra unas separaciones que antes se veían como algo normal. En el pasado, todo estaba separado. Tenían esta idea del productor creativo, un chico que era tan creativo que no era actor, director, escritor, ni nada. ¿Entiende? En los grandes estudios, tenía que ser una especie de mano artística que guiaba y se sacaba de la manga a un director, luego a un escritor y aun puñado de actores y así sucesivamente. Luego, una especie de magia les daba forma a todos en un largometraje.

¡Ah! Era el tipo que apretaba un botón por aquí, otro por allá, clic, clic, ¡Y tenía una película!
Que buen sistema, ¿verdad? Era el único que estaba ahí durante toda la película. Compraba una historia y contrataba a un escritor durante diez semanas – hasta que había terminado su trabajo -, luego contrataba aun director, que acababa una vez terminado el rodaje y, al final, el editor editaba la película y listo. El resultado – el arte, o las obras que pudieras obtener – estaba terminado antes de empezar.


¿Cuál es su fórmula?
Escritor, director y editor. Debes intentar ser una entidad sólida, del mismo modo que el arte que estás creando es una entidad individual. Antes, el único individuo era el productor, y no era más que un hombre de negocios.