9 de enero de 2012

TENÍA UN LADO FAUSTIANO


Tomado de la revista "Le Nouvel Observateur". 1999.

Tenía un lado faustiano.

Director de la revista francesa de cine 
Positive y maestro de conferencia en la Universidad La Sorbona, París-VII, Michel Ciment es el autor de una monografía sobre Kubrick, que está dando que hablar. 



Entrevista.

Le Nouvel Observateur¿Cuándo conoció a Stanley Kubrick, por primera vez?

Michel Ciment: Mi primer contacto con Stanley Kubrick, fue hace treinta años, al momento del lanzamiento de 2001, Una odisea del espacio. Yo había escrito, sobre su obra, un estudio general en Positive  que él hizo traducir del francés. Primero que nada tuve una cita telefónica con él. Le pregunté acerca de sus películas, me preguntaba sobre Napoleón (quería saber la opinión de los historiadores franceses.) El problema con Kubrick siempre ha sido la de no dejarse entrevistar por él, no dejarse succionar... Pero nuestro verdadero encuentro se llevó a cabo antes del lanzamiento de La Naranja Mecánica en un restaurante cerca del estudio. Hablamos durante dos horas y luego nos volvíamos a ver para cada película. De cuando en cuando me llamaba para saber lo que había yo visto en Cannes, Berlín o Venecia, me preguntó si me iba a Japón o Rusia. Era un falso ermitaño: vivía en contacto con otras personas a través de teléfono, fax, cintas de vídeo. Se mantenía informado de todo. Incluso seguía el movimiento del mercado de valores de Hong Kong. No tengo ninguna duda de que estaba atento al asunto de Monica Lewinsky.

N. O: ¿Cuándo lo vió por última vez?
Fue para el lanzamiento de Full Metal Jacket, en Londres, en compañía de Michael Herr, autor del guión y también autor de un gran libro, Dispatches. Michael Herr estuvo en la guerra de Vietnam y Kubrick había utilizado sus habilidades para la película.  Me encontré con Kubrick al día siguiente. Me invitó a almorzar. Recuerdo que había pedido pollo al ajo de Marks & Spencer. Daba pocas entrevistas simplemente porque odiaba analizar sus películas. Él hablaba muy bien, pero no se fiaba de las palabras que congelan el significado de una película. Juzgaba el lenguaje inapto para expresar realmente lo que tenía en mente. En verdad, era esencialmente un hombre visual.

N. O: Se le describe como paranoico, un loco de la soledad, casi un enfermo. ¿Qué tipo de hombre era verdaderamente?
No podría haber hecho sus películas si hubiera sido un enfermo. Sin embargo, poseía un sentido sobre dimensionado del sufrimiento humano. Quería protegerse de la gente y de su curiosidad morbosa. No se daba fácilmente a la sociedad mediática. Temía que al hablar con él uno se apartara de su trabajo. Si Kubrick estaba loco, entonces era un loco del trabajo. Cuando comenzaba una película, borraba todo todo lo demás. Durante dos años, para Barry Lyndon, escuchó toda la música del siglo XVIII, miró todos los cuadros y óleos franceses, ingleses e italianos de la época. Se sumergía hasta perderse en el mundo que quería recrear. Tendía a la perfección. Buscaba la piedra filosofal, había un lado faustiano en él. Incluso habría podido estudiar el Talmud ... Hizo sólo trece películas. No es mucho, estoy de acuerdo, pero Leonardo da Vinci no hizo un montón de cuadros tampoco. Lo importante es hacerlos bien.




N. O. ¿Cómo vivía a diario?
Con su esposa, una artista pintor, y sus dos hijas. Su existencia fue esa, tranquila, la de un hacendado, a 50 kilómetros de Londres. Cenaba con sus colegas y siempre estaba disponible para las personas que trabajaban con él, pero no rozaba con el mundo exterior.

N. O. ¿Cómo definiría usted el genio de Kubrick?

Es el de haber sido capaz de estar extraordinariamente presente en cada una de sus películas y la vez borrando sus huellas. Había hecho y encarnado la paradoja: ser siempre diferente pero por lo tanto siempre ser uno mismo al momento que el arte moderno exigía que uno tenga un estilo inmediatamente reconocible y que uno lo defienda. Se renovaba sin cesar. Al igual que todos los grandes artistas, tenía miedo de ser identificado. El otro aspecto de su genio es que supo escuchar todas las inquietudes del mundo contemporáneo. De saberlo, porque él era un lector entusiasta de Freud y admirador del psicoanálisis, para darle a cada película enfoques muy diferentes. Era a la vez alguien obsesionado, con su mirada de laser y totalmente abierta al mundo. Tome Barry Lyndon: es una cosmogonía, una reducción de toda la humanidad en tres horas, con la muerte, la familia, la ascensión social, la religión y la guerra.

N. O. ¿Cómo se explica UD. que se logre hacer una obra tan coherente visitando géneros cinematográficos tan diversos como el thriller, el perplum, la ciencia ficción o comedia de costumbres?

Es muy sencillo: Kubrick era un aficionado al cine, un cinéfilo, pero no quería ser un autor. Si pudiera, habría retirado su firma. Y veía películas muy antiguas. En cada género, tenía la loca ambición de hacerlo mejor que todos sus predecesores.

N. O.  ¿Cómo hacía él, respecto a lo que era su relación con la cámara, con los actores?
Siempre rechazó la presencia de periodistas en sus rodajes. Pero sabemos que rodaba muchos planos. Estaba apasionado por la cámara, primero fue fotógrafo. Fue él, de hecho, el director de fotografía de sus películas. Él mismo llevaba la cámara cuando era móvil para obtener el encuadre correcto y el movimiento que él quería. Amaba a los actores, le gustaba Peter Sellers, James Mason, Jack Nicholson, y aceptaba gustoso las sugerencias de los actores. En pocas palabras, no era el tirano que dicen ...

N. O.: Se le acusó de falta de imaginación, ya que se inspiraba en obras  literaturias  "Lolita" de Nabokov, la "Odisea del espacio" Clark, la "Naranja Mecánica" de Burgess ó "Barry Lyndon"  de Thackeray ...

Sus dos primeras películas eran originales, pero a partir de la tercera, todas las películas, de hecho, se inspiraron en obras literarias. Racine se inspiró también en obras antiguas. Se puede ser original inspirándose. Mozart se inspiró en las obras preexistentes o libros escritos por otros. Dreyer lo hizo, también Visconti. Entonces, ¿dónde está el problema?

N. O. ¿Hay películas de Kubrick que UD. pone por encima de las demás?

Sí, sin duda, 2001, Una Odisea del Espacio y Barry Lyndon.






N. O. ¿Qué sabe usted de su última película, Eyes Wide Shut?
Sé que es una historia de celos sexuales. Una historia inspirada en una novela corta de Arthur Schnitzler, TraumNovelle. Un hombre y una mujer que se relatan sus sueños y sus experiencias nocturnas. Después de La naranja mecánica, me comentó sobre esto, pero no sabía cómo solucionar el final del guión. No pensamos en Kubrick como un pintor de la pareja, pero cuando se mira Lolita, Shining  o Barry Lyndon es de amor devoto y pervertido de lo que se trata.

Michel Ciment.


Entrevista realizada por J. .. R'ME GARCIN (*) "Kubrick" de Michel Ciment, se publicó en 1980 Calmann-Levy. Reeditado en 1987, volverá a aparecer, aumentada  en septiembre.
J. .. R'ME GARCIN


2 comentarios:

JLO dijo...

este Ciment es un gran fan y tengo ese libro, asì me envidian un poco je... aunque no creo con el pròlogo de Scorsece... debe ser una versiòn nueva...

salu2

Raúl Lino Villanueva dijo...

Señor Jeniffer Lopez, que tal.
Yo tengo el ejemplar en francés, sin prólogo de Scorsece. Hay 4 ediciones: 1980, 1987, 1991 y 2001, todas por calmann-lévy. La mía, del 2001, no lleva prólogo.
Saludos desde los andes peruanos.