6 de marzo de 2009

MALCOM McDOWELL, Actor

Hoy, 7 de marzo del año 2009, se cumplen 10 años de la partida de un genio, Stanley Kubrick.
Para muchos, EL director, para otros, el maniático. Sea como lo recuerden, nunca podrán borrarlo de la historia del cine, de la historia misma. Hoy es también mi cumpleaños, y en el décimo aniversario de su muerte, voy a celebrar mi nacimiento...con su obra, y una copa de vino. Salud maestro. Te extrañamos.

*Esta entrevista fue tomada del libro KUBRICK, de Michel Ciment, Ediciones Calmann-Lévy, octubre 2001, páginas 283-285. Edición original en francés. Traducido por Raúl Lino Villanueva.


LONDRES, 13 de julio de 1999 (4 meses después de la muerte de Kubrick)

MICHEL CIMENT: ¿Cómo lo contactó Kubrick para interpretar Alex en A Clockwork Orange?
MALCOM McDOWELL
: Él me había visto en If, de Lindsay Anderson, me llamó y me pidió leer el libro de Anthony Burgess. Mas tarde, me propuso el rol. No hizo ni pruebas, ni ensayo, el quería simplemente saber si me gustaría interpretar el personaje. Recuerdo que, para otros roles, el audicionaba actores en mi casa. Era un estudio y a él le gustaba mucho, hasta quería rodar allí la escena con la señora de los gatos pero me negué! Stanley no me dio ninguna explicación ni hizo comentario alguno sobre Alex. Fue Lindsay Anderson quien me dio una pista. El no comprendía el guión, lo encontraba sin pies ni cabeza, pero quería su opinión. Me dijo que en If había un plano muy cerrado de mí y que sonreía antes de entrar en un habitación en donde me van a dar un castigo, con un palo. "Es así como deberías interpretar el papel”, agregó. Y era totalmente justo, tanto así que el primer día de rodaje con Stanley, yo estaba muy nervioso, por supuesto, pero no mas que de costumbre, sabía exactamente como actuar, y rodé la primera escena como Lindsay me lo sugirió.


Uno de los aspectos mas chocantes de vuestra interpretación es el tono de voz.
Debido al lenguaje en el libro de Burgess, decidí de tomar el acento del norte. Cuando encontré al escritor dos años después, me agradeció por esta elección, que el encontraba interesante. En realidad, los dos éramos originarios de Yorkshire, pero yo lo ignoraba, ya que no estábamos autorizados a vernos con Burgess durante el rodaje. El acento del norte no es tan arrastrado como el cockney, es más noble, con una cadencia más dulce. Stanley no le tomaba mucha atención a esto, no estaba muy interesado, el dejaba estos detalles a los actores.

Sus rodajes eran siempre un trabajo en evolución.
Todos los que han trabajado de cerca con él le dirán que él sabía lo que no quería, pero que descubría poco a poco lo que quería de verdad. Las grandes y mejores escenas de A Clockwork Orange vinieron con la improvisación, sin que por ello hallamos improvisado la película. Había un guión y todos lo seguíamos, pero cuando la cosa no funcionaba él lo sabía, tanto así que ensayábamos hasta nunca terminar, hasta el aburrimiento. Entonces le decía que quería probar algo y que él me diga si convenía o no. Por ejemplo, la escena en donde penetramos en la casa del escritor: El guión decía que le pegábamos, que violábamos a su mujer, que saqueábamos la casa, y que rompíamos ventanas y botellas. Era muy fastidioso. También cuenta el hecho que habíamos terminado recientemente de rodar la escena final en el hospital, que fue brillante. Habíamos visto los rushes y era tan impresionante que Stanley corrió hacia mí para decirme: “Malcom, por Dios, me molesta mucho decirlo pero fue formidable. Realmente estoy muy feliz.” Luego, intentó rodar esta escena en la casa del Sr. Alexander durante una semana, y todos estábamos muy cansados. Yo quería uno o dos días de descanso. Finalmente, hicimos unos ensayos más que no daban ningún resultado. Y entonces Stanley me preguntó:” ¿Sabes bailar?” Yo respondí: “Por supuesto!” – es lo que responde siempre un actor a un director – “¿Sabes montar a caballo?”Evidentemente!”; es allí, sin pensarlo, que me vino a la cabeza Singin’ in the rain. Alex estaba eufórico cuando violaba y golpeaba, y para mí, como Hollywood nos metió en la cabeza, la euforia es Gene Nelly bailando en Singin’ in the rain. Entonces comencé a cantar y Stanley se puso a reír a carcajadas. Era la primera vez, en una semana, que algo sucedía. Se dirigió inmediatamente al estudio de Borehanwood, llamó a New York, y compró los derechos de la canción. Se convirtió, por supuesto, una de las escenas mas memorables de la película, y hacía falta que lo fuera por su ubicación en la película y de la futura escena de retribución. Fue un gran momento, y puedo decir que cuando hicimos la siguiente escena, en el plan de rodaje, justamente aquella de la retribución, es Stanley quien tuvo la idea de hacerme tararear la misma canción cuando estoy en la bañera.


¿Hacía ya muchas tomas?
Eso dependía de la escena. Él multiplicaba las tomas solo para obtener exactamente lo que quería. A veces cuatro, a veces veinte en consecuencia de movimientos muy complicados. El plano de apertura que combina un back travelling y un zoom necesito una decena de tomas y toda una mañana.



¿Ponía música en el plató durante el rodaje?
Nunca. La única vez que lo hizo, fue cuando intentaba obtener una cierta mirada en mis ojos cuando yo escuchaba Beethoven. Quiso muchas expresiones diferentes, pero yo tenía miedo de hacerlo mal y quedar en ridículo. Sabía que aceptaría todo aquello que fuera desmedido pero yo quería quedarme en los límites de la realidad. Me llevó música cuando estaba acostado en mi cama. Cuando el canto llegó a “O felicidad, O cielo” encontré esa mirada donde mis ojos están como trastornados, en blanco. Y se puso a reír. Lo maravilloso con Stanley es que era el mejor de todos los espectadores! Por supuesto, cuando pensé en él durante aquellos años, era con un sentimiento de angst, pero el rodaje en sí fue un placer maravilloso, y produjo resultados estupefactos.

¿A que llama UD. angst?
Él no quería hablar con mi agente para firmar un contrato. Yo no estaba en una situación tan fuerte como para decirle que, si no aceptaba mis condiciones sería lamentable y que todo quedaría allí. Yo era un joven actor y sabía que era un gran rol. Finalmente, le dije que haría A Clockwork Orange en las mismas condiciones que aquellas que había obtenido por mi película Figures in a Landscape. Me dijo de acuerdo y me preguntó cuanto había recibido; “50,000 dólares mas el 2.5% de las ganancias”. Me respondió que no creía que la Warner aceptaría. Le hice recordar que el estuvo de acuerdo al principio, que era su problema y que él podía tomar mi 2.5% en sus propio porcentaje. Me llamaba cada dos o tres semanas para conversar. Un día, como un idiota, le dije: “De acuerdo, si quieres ser tacaño en este negocio, olvídate del maldito porcentaje!” Eso debió costarme varios millones de dólares!

Kubrick mencionó a Richard III por Alex pensando en su atracción por el mal.
Le dije un día que Alex me hacía pensar en Laurence Olivier en Richard III. ES un actor que nos influenció a todos y yo tenía en mi cabeza esa imagen de él. Sólo que Alex no era verdaderamente malo. Él era producto de su entorno, de la manera en la cual fue educado, de la absoluta indiferencia de sus padres hacia él.


Laurence Olivier como Richard III

¿Cómo fueron rodadas las escenas imaginadas por Alex que se desarrollan en la época romana?
Muy rápidamente. Contrariamente, me acuerdo que la primera imagen de la película que él evocó para mí de Alex era aquella de Alex en centurión dando latigazos al Cristo, que avanza tristemente. Él sabía en su cabeza lo que quería. Me acuerdo también del plano en donde come unas uvas desde un racimo rodeado de dos mujeres desnudas: eso fue rodado en dos tomas en un pequeño estudio. La escena mas larga a terminarla fue aquella del hospital, donde la psiquiatra empuja su coche en el corredor y entra en el cuarto para hacerle pasar un test. Después de cuarenta tomas, le dije a Kubrick:”Stanley, todo esto es muy aburrido. Por que no me dejas decir lo primero que se me venga a la cabeza?” Y el resultado fue una sola toma con las respuestas incoherentes de Alex.


¿Cómo se escogió las actualidades nazis durante el tratamiento Ludovico?
Vimos las películas más horribles de propaganda nazi. No comprendo por qué Stanley escogió extractos tan inofensivos. Esos bombarderos y esas tropas alemanas desfilando no eran nada en comparación a las imágenes que visionamos y que me hicieron vomitar. Esos planos de Buchenwald y Auschwitz eran impresionantes, tanto como aquellos, unos años antes, en 1936, de tratamientos inflingidos a los judíos y que eran verdaderamente innobles.


La mujer de los gatos es un personaje muy diferente en el libro de Burgess.
En el libro, es una mujer anciana, muy gentil, En la época yo no estaba de acuerdo con Stanley en hacer un personaje tan ingrato de ella. Me explicó que si deseábamos tener al menos un mínimo de simpatía por Alex, hacía falta que ella sea tan fuerte como él. Y tenía perfectamente razón.

No había serpiente en el libro.
Yo la llamé Basil la boa. Había que ser alguien bastante extraño para amar una serpiente! Nos comprendíamos bien y a veces era muy divertido. Cuando rodamos la escena en donde debía abrir el cajón y sacar a la serpiente, ya no estaba! Todo el mundo se fue corriendo de la habitación, y también Stanley, pero en realidad estaba bajo la cama, perfectamente inofensiva.


¿En que etapa el vestuario y el maquillaje fueron concebidos?
Todo había sido decidido en avance durante los meses de pre-producción. Yo vivía en Church Street, Kensington, donde estaba Biba, una tienda de moda a fines de los 60’s. Todo el mundo compraba allí. Entré allí y había un escaparate de un metro con pestañas postizas de los cuales uno escogía las que quería. Los compré para mostrarle a Stanley, pensando que era divertido, y efectivamente le hizo reír. Me dijo que me probara uno. Lo puse en mi ojo derecho y tomó una foto, como lo hacía siempre. Fotografió luego los dos ojos con las pestañas. Al día siguiente, miró las fotos y dijo: “Mira, es perfecto, vamos a comenzar con una pestaña y la gente va a pensar que algo raro sucede, sin saber verdaderamente que”. Era su forma de crear. Y utilicé el protector de sexo que usaba cuando jugaba cricket. Se hizo enviar también botas de marine de los Estados Unidos.


¿La voz en off fue grabada después del rodaje?
Si, y fue una experiencia maravillosa. Es como un acompañamiento musical y eso juega seguido un papel muy importante en sus películas. Para la mayoría de guionistas, es una escapatoria, pero no para él. Eso le da riqueza a A Clockwork Orange y también un calor y simpatía para el personaje. Si UD. conoce sus ideas, hay una dimensión cómica que lo hacer ser querido, amado. Grabamos el monólogo en el salón de Kubrick, con un micrófono Senheiser y un magnetófono Nagra.

¿Qué había de específico en la manera de trabajar de Kubrick si lo compara con al de otros directores que UD. conoció?
Lo que caracterizaba a Stanley, es que tenía bastante autonomía para hacer lo que deseaba. Cuando trabajé con él, el había obtenido un contrato royal con la Warner y controlaba totalmente la película. Podía tomar el tiempo que quisiera y cuando no estaba satisfecho, esperaba hasta que obtuviera lo que él estimaba estar perfecto. A Clockwork Orange, por supuesto, no tuvo una duración de rodaje como la de su última película, pero duró alrededor de nueve meses.

Él parecía obtener igual placer con los actores que como cuando experimentaba con la técnica.
Creo que, en un mundo ideal, a Stanley le hubiera gustado evitar los actores y utilizar las computadoras. Eso hubiera sido perfecto ya que no hubiera tenido que necesitar a nadie. Los actores son barriles de pólvora versátil que pueden muy bien no darle lo que él desea. Al mismo tiempo, sentía satisfacción estando con ellos aunque siempre un poco sospechando. Me acuerdo de Carl Duering quien interpretaba al Dr. Brodsky y que debía hacer ese largo discurso sobre el tratamiento Ludovico. Llega al plató con su impermeable, un fólder y una taza de café hirviendo. Stanley lo recibe: “Hola, soy Stanley Kubrick”, el otro, quien nunca lo había visto, tartamudea, impresionado. Stanley:”Conoce su texto?” – “Por supuesto Sr. Kubrick”. Stanley: “Entonces dígalo”. El hombre murmura algunas palabras. Stanley: “UD. me dijo que sabía su texto”. Al mismo tiempo, él adoraba los momentos en que algo sucedía. Cuando el primer ministro me alimenta con la cuchara en la última escena y que comienzo a hacer un movimiento con el mentón y un castañeo de mandíbulas, él se reía tan pero tan fuerte que tuvo que ponerse un pañuelo en la boca para silenciar su bulla. Hasta creo que hay un plano donde se le escucha reír. Hubiéramos podido escribir tres páginas de diálogo, pero esta expresión física resumía toda la situación. Es lo que es tan grande en el cine, y descubrir tales momentos con él fue una experiencia maravillosa. De otro lado, era un hombre feliz en su matrimonio. Me acuerdo de sus hijas Vivian y Anya corriendo en la locación. Era una felicidad ver esta familia unida. En el trabajo, era diferente. Cuando UD. rueda en una película de Stanley Kubrick, es como vivir una guerra y UD. es parte de un club muy especial y muy selecto. Es por eso que me comprendí muy bien con Peter Sellers. Nos volvimos inmediatamente amigos ya que ambos fuimos enrolados en la campaña de Stanley, y su UD. ha vivido esta extraordinaria experiencia, merece una medalla de honor. Esta aventura es muy frustrante y le hace vivir todas las emociones que un ser humano pueda resentir. Lo adora, lo detesta, conoce momentos de gran tristeza, de cólera, de felicidad y de risa. Todo. Y por supuesto, era un hombre extraordinario. El mundo del cine a perdido verdaderamente unos de sus gigantes, no hay duda al respecto. Es como haber perdido a Hitchcock o a John Ford. Era parte de los mejores, y no son muchos.

3 comentarios:

Guttural Stangelove dijo...

GRACIAS POR TU BLOG
GRACIAS POR PONER A KUBRICK EN NUESTRO LENGUAJE
DESDE CHILe! , MUCHAS GRACIAS

Raúl Lino dijo...

Gracias a tí por visitarnos hermano chileno. Kubrick para todos, en nuestro idioma.
Raúl Lino

Raphael Lopzva dijo...

Todo tu blog es esplendido!, es maravilloso, conocer mas de este maestro, y estoy honrado sobremanera que nos des el permiso con las debidas citas de tomar ciertas notas, pero dejame decirte que tu blog queda registrado para siempre en nuestra pagina, Gracias Raul, y si naciste en el dia que murio Kubrick es porque tienes escencia Kubrickiana, Saludos.