Por Philip
Strick y Penelope Houston
Publicado
en Sight & Sound, primavera de 1972. Texto tomado del Stanley
Kubrick Archives. 2008 Taschen GmbH. Traducción por Raúl
Lino-Villanueva.
¿En qué medida colaboró Anthony Burgess en la
adaptación de La Naranja Mecánica para la gran pantalla?
Prácticamente no
tuve oportunidad de discutir la novela con Anthony Burgess. Me llamó una tarde
aprovechando que estaba de paso por Londres y mantuvimos una breve conversación
telefónica. Más que nada, fue un intercambio de ocurrencias graciosas. Además
no me preocupaba especialmente ese tema porque en un libro brillante como La
Naranja Mecánica era muy difícil no hallar las respuestas a las posibles
preguntas que pudiera plantear el texto. Estoy convencido de que todo lo que
Burgess tenía que decir sobre la historia está plasmado en la novela.
Háblenos de su contribución personal a la historia. Ha
respetado mucho más el estilo y la estructura originales que en sus trabajos
anteriores, y los diálogos a menudo son idénticos a los de la novela.
Mi contribución a
la historia consistió en escribir el guión. Básicamente me limité a seleccionar
y a revisar el texto, aunque inventé algunas líneas narrativas útiles y moldeé
algunas escenas. Sin embargo, en general, estas contribuciones simplemente
aclaraban la que ya estaba presente en la novela, como cuando la Mujer de los
Gatos llama a la policía, que explica su
aparición al final de la escena. En la novela, Alex imagina que ha sido ella quien
ha llamado a la policía, aunque este tipo de cosas solo pueden hacerse en una
novela y no en un guión. También me gustó la idea de utilizar Singing in the rain para que Alexander
reconociera a Alex casi al final dela
película.
¿En qué momento decidió utilizar Singing in the rain?
Se trata de una de
las ideas más importantes que surgieron durante los ensayos. En realidad, toda
esta escena se ensayó mucho más que las demás, pero no acababa de terminar bien.
Pasamos tres días intentando averiguar lo que iba a suceder y nada nos parecía
adecuado del todo. Hasta que un buen día se me ocurrió la idea, no sé de donde
salió ni a raíz de que surgió. (N.R: En
una entrevista a Malcom McDowell éste reveló que durante tos ensayos, de la
nada, comenzó a cantar la canción y Kubrick le preguntó ¿Sabes bailar?...el
esto está en la escena).
La principal aportación a la historia original es la
escena del ingreso de Alex a la cárcel. ¿Por qué llegó a la conclusión de que
era importante?
Quizá sea la escena
más larga, pero no la más importante. Era necesario incluirla por que la
secuencia de la cárcel está comprimida, en comparación con la novela, y era
necesario añadir algo que reforzara la idea de que, en realidad, Alex estaba en
la cárcel. La rutina del ingreso en prisión que, en realidad, se muestra de
forma bastante exacta en la película, parecía reforzar esta idea.
En la novela hay otro asesinato de Alex mientras está
en la cárcel. Al omitir esta parte, ¿No corre el riesgo de querer compartir la
opinión de Alex de considerarse un alegre inocente?
No debería hacerlo,
y lo cierto es que Alex no se considera un alegre inocente. Es plenamente
consciente de su maldad y la acepta con absoluta franqueza.
Alex parece una persona más agradable en la película
que en el libro…
Alex no intenta
ocultarse a sí mismo o al público su carácter completamente corrupto y
perverso. Es la autentica personificación del mal. Por otra parte, posee
cualidades encantadoras, como su absoluta franqueza, su ingenio, su
inteligencia y su energía. Se trata de una serie de cualidades atractivas que,
debo añadir, comparte con Ricardo III.
La violencia de la que es víctima Alex en la escena del
lavado de cerebro en realidad es más terrorífica que todos los actos que el
protagonista ha cometido…
Era absolutamente
necesario reforzar la brutalidad de Alex, de lo contrario se generaría una
confusión moral en torno a lo que le hace el gobierno. Si hubiera sido menos
malvado, la gente pensaría: “Oh, si,
claro, no debería ser sometido a esta tortura psicológica. Es demasiado
horrible y, al fin y al cabo, no era tan malo”. Cuando ves que Alex comete
actos tan atroces pero al mismo tiempo te das cuenta de la inmensa crueldad del
gobierno al intentar convertirle en alguien bueno, la idea moral del libro
queda clara. El hombre tiene que decidir si quiere ser malo o bueno, aunque
decida ser malo. Privarle de su elección es reducirle a un estado inferior al
humano, a una naranja mecánica.
¿Pero de esta forma no se invita a una especie de
identificación con Alex?
Creo, además de la
cualidades personales que ya he mencionado, que existe una identificación
psicológica e inconsciente con Alex. Si en lugar de considerar la historia
desde el punto de vista social y moral, lo hacemos desde el punto de vista del
sueño psicológico, Alex podría considerarse una criatura del id. Él está dentro
de todos nosotros. En la mayoría de los casos, este reconocimiento despierta
cierta empatía del público, pero mucha gente se siente tremendamente ofendida e
incómoda. Son incapaces de aceptar esta imagen de sí mismos y, por tanto, se
enfadan al ver la película. Es como el rey que asesina al mensajero que trae
malas noticias y recompensa al que le trae buenas nuevas.
La comparación con Ricardo III supone una sorprendente
defensa frente a las acusaciones de que
la película incita a la violencia, a la delincuencia y otros males. Teniendo en
cuenta que Ricardo III es una figura histórica lo bastante lejana, ¿En realidad
cree que pueda compararse?
No ha podido
demostrarse que la violencia del cine o la televisión engendre violencia
social. Si centramos el interés en este tipo de violencia, ignoraremos las
causas principales, que yo calificaría como:
1. Pecado Original: la
visión religiosa.
2. Explotación
económica injusta: la visión marxista.
3. Frustración
emocional y psicológica: la visión psicológica.
4. Factores genéticos
basados en la teoría del cromosoma Y: la visión biológica.
5. Hombre-el simio
asesino: la visión evolucionista.
Equivocamos los
términos si intentamos responsabilizar por completo el arte como causa de la
vida. El arte remodela la vida pero no la crea, ni la genera. Además, la
atribución de cualidades poderosamente sugerentes a una película está reñida
con la visión científicamente aceptada de que, incluso tras someterse a una
hipnosis profunda, en un estado posthipnótico, una persona no es capaz de hacer
cosas que no tiene nada que ver con su forma de ser.
¿Existe algún tipo de violencia en el cine que
considere socialmente peligrosa?
Aunque considero
que no existe ninguna conexión, pongamos que hay una. Si la hubiera, diría que
el tipo de violencia que puede provocar ciertos impulsos es la “divertida”: el
tipo de violencia de las películas de James Bond y Tom y Jerry. Violencia irreal, violencia saneada, violencia
presentada como una broma. En cualquier caso, este es el único tipo de
violencia que podría incitar a alguien a imitarla, pero estoy convencido de que
ni siquiera provoca este efecto. Claro que también habrá quien piense que
cualquier tipo de violencia en el cine posee una finalidad social útil, ya que
permite que la gente se libere de las
emociones reprimidas y agresivas que se expresan mejor en sueños , o en el estado de
ensoñación con el que se mira una película, que en cualquier forma de realidad
o sublimación.
En caso de La
Naranja Mecánica, ¿No cree que el público piensa que UD. apoya el punto de
vista de Alex, y en cierta manera, asume su responsabilidad?
Ninguna obra de
arte es responsable de otra cosa que no sea ser una obra de arte. Sin duda
existe una agria polémica, como siempre la ha habido, sobre que es una obra de
arte, y quizá sea el último que me atreva a definirlo. Me hizo mucha gracia el Orfeo de Cocteau cuando el poeta
aconseja: “Sorpréndame”. La definición johnsoniana de una obra de arte tiene
mucho sentido para mí, y es que una obra de arte debe hacer la vida más
divertida o más duradera. Otra cualidad, que creo que forma parte de la definición,
es que una de arte siempre es estimulante y una deprimente, sea cual sea su
temática.
En vista de la particular estimulación de la fantasía
religiosa de Alex, ¿La película he tenido problemas con los críticos
religiosos?
La reacción de la
prensa religiosa ha estado dividida, aunque se ha escrito un buen número de
reseñas notables. Una e las críticas mas perspicaces de la prensa religiosa, o
de otro tipo, se publicó en el Catholic
News de la mano de John Fitzgerald, y me gustaría citar un fragmento: “La prensa ha dicho (en Beyond Freedom and Dignity, de B.F:
Skinner) que el hombre no es sino una miríada
de reflejos condicionados. En la pantalla, con imágenes más que con palabras,
Stanley Kubrick demuestra que el hombre es más que un simple producto de la
herencia y/o el entorno. Como dice el clérigo amigo de Alex (un personaje
que empieza siendo un bufón lanzando fuego y azufre por la boca y termina
siendo el portavoz de la tesis final de
la película):”[Alex] deja de ser un criminal, pero también deja
de ser una criatura capaz de opción”.
“La película parece
decir que para alejar a un hombre de su elección no hay que redimirle, sino moderarle,
de lo contario tendremos una sociedad de naranjas, orgánicas pero mecánicas
como un reloj. Un lavado de cerebro como este, orgánico y psicológico, es el
arma que desearían emplear los totalitaristas del Estado, la iglesia o la
sociedad para logara fácilmente el bien a costa de los derechos y la dignidad
del individuo. La redención es algo complicado y el cambio debe estar motivado
desde el interior y no imponerse desde el exterior si queremos defender los
valores morales. Pero Kubrick no es un moralista, sino un artista, y deja que
el público decida que está mal y por qué, que debería hacerse y de que forma”.
Los objetivos (lentes) que utilizó en el rodaje de la
película a menudo ofrecen una calidad visual sutilmente distorsionada. ¿Por qué
quiso conseguir ese efecto?
Puede resultar una
respuesta demasiado obvia, pero aun así pienso que hay que decirlo. Cuando
haces una película, además de la finalidad principal que tienes en mente,
tienes que resultar interesante: visualmente interesante, narrativamente
interesante o interesante desde el punto de vista de la interpretación. Hay que
defender todas las ideas para crear expectación respetando el argumento de la
historia, las necesidades narrativas y el objetivo de la escena pero, además,
hay que crear una obra de arte interesante. Recuerdo el argumento de un libro
titulado Stanislavsky Directs en el
que Stanislavsky le decía a un actor que
tenía derecho a comprender al personaje, derecho a comprender el texto de la obra,
y que lo que hacía resultaba absolutamente creíble, pero que no era bastante
bueno porque no resultaba interesante.
¿Fue UD. Mismo quien rodó la pelea de la mujer de los
gatos con la cámara al hombro?
Sí, me ocupé de
todas las tomas hechas con cámara manual . Además de
divertirme, creo que es prácticamente imposible explicar que quieres conseguir
en una escena de este tipo, ni siquiera al operador de cámara más bueno y con
más sensibilidad del mundo.
¿Hasta que punto racionaliza una toma antes de rodarla?
En una película hay
determinados aspectos de los que puede hablarse significativamente, pero la
fotografía y el montaje no se prestan al análisis verbal. Es como hablar de
música o de pintura. Las cuestiones derivadas de los gustos personales y los
criterios-realización son básicamente no verbales, y todo lo que digas de ellas
tiende a interpretarse como el reverso de un disco. Son decisiones que deben
tomarse cada ciertos minutos durante el rodaje, y dependen totalmente de las
preferencias y la imaginación del director.
¿Por qué decidió utilizar la pieza musical Purcell Música para el funeral de la Reina María?
Me temo que en este
caso la respuesta será muy similar a la anterior. Te encuentras en una tesitura
en la que la palabra no tiene una relevancia especial. Cuando pensaba en la
música para la escena me vino a la cabeza la pieza de Purcell, y después de
oírla varias veces con la película, sencillamente no dudé en utilizarla.
Los arreglos de Walter Carlos resultan
extraordinariamente efectivos…
Creo que Walter
Carlos ha hecho algo completamente único en el campo de la comprensión
electrónica de la música, de acuerdo con la expresión que utilizaban ellos.
Creo haber escuchado casi todos los discos de música electrónica y músique concrete que se han editado en Gran
Bretaña, Francia, Italia y Estados Unidos, no solo porque me gusta, sino por
mis pesquisas para 2001: una odisea del
espacio y La Naranja Mecánica.
Walter Carlos es el único compositor y realizador de música electrónica que ha
logrado crear un sonido que ni intenta copiar los instrumentos de la orquesta,
pero que al mismo tiempo consigue una belleza propia mediante la utilización de
matices electrónicos. Su versión del cuarto movimiento de la Novena Sinfonía de
Beethoven bien podría equipararse a la interpretación de juna orquesta
completa, que ya es decir.
Walter (Wendy) Carlos
La Postsincronización de los diálogos es prácticamente
inexistente…
Es que no hay
postsincronización, algo de lo que me siento muy satisfecho por que todas las
escenas se rodaron en la localización real, incluso los “decorados” que
construimos en realidad estaban en una fábrica a unos metros de la bulliciosa
High Street, de Borehamwood, a unos pocos kilómetros de los antiguos estudios
de la MGM. A pesar de esto, pudimos grabar una banda sonora bastante aceptable.
Con los equipos
modernos que existen hoy en día en forma de micrófonos, transmisores de radio y
otros artilugios es posible grabar una banda sonora aceptable prácticamente en
cualquier sitio. En la escena en la que el vagabundo reconoce a Alex cuando se
encuentran a orilla del Támesis, junto al puente Albert, se oía tanto el
tráfico que para que te oyeran tenías que ponerte a gritar, pero al final
conseguimos una banda sonora tan silenciosa que al final nos vimos obligados a
añadir ruido callejero para que la escena resultara realista. Utilizamos un
micrófono del tamaño de un clip pegado con cinta adhesiva negra en la bufanda
del vagabundo. En varias escenas se vé el micrófono, aunque no es posible
identificarlo como tal.
“Los valores de comportamiento moral solo pueden lograrse con el
ejemplo de pensar en la gente y la sociedad como un todo, y no pueden
mantenerse mediante el efecto coercitivo de la Ley. O el de ciertos periódicos” –S.K./1972 (carta
al Detroit News en protesta por la
negativa del periódico de vender espacios publicitarios para las películas
aptas solo para adultos, incluida La Naranja Mecánica)
Al concentrarse en la acción de la película, como es su
caso, ¿No teme que los personajes secundarios parezcan más bien unidimensionales?
Al hacer una película se asume el riesgo de que no funcione, o que resulte
aburrida, sosa o estúpida…
Cuando piensas en
los mejores momentos de la película, creo que casi siempre recurres a las
imágenes en lugar de a las escenas, y obviamente nunca ala diálogo. Lo que
mejor sabe hacer una película es combinar las imágenes y la música, y creo que
estos momentos son los que quedan. Otro es la forma en que un actor hace algo:
la forma en que Emil Jannings se saca el pañuelo y se suena la nariz en El ángel azul, o los giros maravillosos
de Nicolai Cherkassov en Ivan el Terrible.
¿Cómo abordó la toma subjetiva del intento de suicidio
de Alex?
Compramos una
cámara con mecanismo de relojería Newman Sinclair por 50 libras esterlinas. .
Se trata de una cámara muy bonita construida como un acorazado. Fabricamos
varias cajas de poliestireno que ofrecían unos cincuenta milímetros de
protección alrededor de la cámara y cortamos una parte para que el objetivo
quedara al descubierto. A continuación tiramos la cámara desde un tejado.
Queríamos que el objetivo fuera lo primero que diera en el suelo, así que
tuvimos que repetir la escena varias veces y la cámara resistió los seis
aterrizajes. En el intento final, cayó directamente por la parte del objetivo y
se rompió, pero la cámara no sufrió ni un rasguño. Y eso que el poliestireno
salía disparado literalmente cada vez que impactaba con el suelo. Al día
siguiente rodamos una prueba segura con la cámara y vimos que seguía en
perfecto estado. De modo que puedo afirmar que las Newman Sinclair deben ser
las cámaras más indestructibles del mundo.
¿Cómo suele trabajar cuando llega ala realidad del
momento final?
Siempre que empiezo
una nueva escena, lo más importante que tengo en mente es, con las necesidades
del argumento y la escenografía, hacer que suceda algo que merezca la pena
añadir a la película. El momento crucial llega cuando empiezas a ensayar una
escena nueva. Llegas ala localización, el equipo está por allí desayunando,
esperando que les digas que tienen que hacer. Tienes que mantenerles alejados
del lugar en el que se ensaya y tomarte el tiempo necesario para que todo
funcione a la perfección, para que todo tenga sentido. No hay ninguna forma de
explicar en que consiste este proceso. Como es lógico, tiene que ver con el
gusto y la imaginación, y en este momento crucial es cuando la película nace de
verdad. Una vez que has conseguido algo que merece la pena, el rodaje se
convierte en una cuestión de grabar (mejorándolo si es posible) lo que acabas
de ensayar. Los posibles problemas que surjan durante el rodaje en sí no me
preocupan. Si el actor no acaba de bordar su papel, pues bien, ya lo hará. Si
el operador de cámara hecha a perder una toma, puede hacerse de nuevo. Pero si
hay algo que nunca puede cambiarse, y es lo que dicta el éxito o fracaso de una
película, son las breves horas que pasas a solas en la localización real con
los actores, mientras el equipo de rodaje está afuera tomando té.
A veces te da
cuenta de que la toma no es nada buena. Cuando la pones en escena no tiene
ningún sentido. No transmite la información emocional o fáctica de un modo
interesante, o de un modo que refuerce la escena. Hay muchos factores que
pueden colocarte de repente en una posición en la que no hay nada que rodar. Lo
único que puedes decir en un momento como este es que es mejor darte cuenta de
ello cuando todavía estas a tiempo de cambiarlo y crear algo nuevo, que
conformarte con grabar algo que no está bien. Este es el peor y mejor momento
del rodaje: el momento en que tienes las ideas más imaginativas, las cosas que
no te habían venido a la cabeza antes, independientemente de lo mucho que
hubieras pensado en la escena. Pero también es el momento de detenerte y
sentirte estúpido e infeliz con lo que ves, y no tener la menor idea de cómo
solucionarlo.
¿Está completamente a favor de alguna forma de rodar en
concreto?
Si algo sucede
realmente en la pantalla, la forma de rodar no es un elemento crucial. Chaplin
poseía un estilo cinematográfico tan simple que recordaba a la comedia
americana I Love Lucy, aunque el
espectador siempre quedaba hipnotizado por lo que sucedía en la pantalla, ajeno
al estilo básicamente no cinematográfico del director. Solía utilizar decorados
baratos, una iluminación rudimentaria y cosas así, pero lo cierto es que hacía
películas fantásticas. Probablemente sus trabajos seguirán vigentes mucho más
tiempo que cualquier otra película. Habrá quien diga que las películas de
Chaplin no tenían estilo pero sí contenido, o todo lo contrario, como sucede
con las películas de Eisenstein, que son puro estilo y están vacías de
contenido o, según lo generoso que se quiera ser, medio vacías. Muchas de las
películas de Eisenstein son bastante tontas, pero están hechas de una forma tan
hermosa, son tan brillantes cinematográficamente que, a pesar de su ingenuidad
poderosamente propagandística, se convierten en trabajos importantes.
Obviamente, si puedes combinar estilo y contenido, obtendrás como resultado la
mejor de las películas.
¿Tiene preferencia por algún aspecto concreto del
proceso cinematográfico?
Creo que lo que me
gusta más es el montaje. Te permite realizar un trabajo creativo en un entorno
razonable. El guionaje también me resulta muy satisfactorio, pero evidentemente
no estás trabajando con la película. El rodaje real probablemente sea el peor
entorno posible para imaginar la creación de una obra de arte. Primero está el
problema de tener que levantarse muy temprano por la mañana y acostarte muy
tarde por la noche. Luego el caos, la confusión y, con frecuencia, el malestar
físico. Supongo que s como si un escritor intentara escribir un libro trabajando
en el torno de una fábrica a temperaturas entre 35 y -23°C. Por otra parte,
como es lógico, el montaje es el único aspecto del arte cinematográfico que es
único. No comparte ninguna conexión con otras formas artísticas. La
escritura, la interpretación y la fotografía son aspectos importantes del cine,
pero no únicos como el montaje.
¿Cuánto tiempo dedicó al montaje de La Naranja
Mecánica?
Tardamos unos seis
meses en montar la película, trabajando siete días a la semana.
“Una
de las falacias más peligrosas que han influido en gran medida en el
pensamiento político y filosófico es la de que el hombre es básicamente bondadoso,
y que es la sociedad la que le convierte en alguien malo. Rousseau transfirió
el pecado original del hombre a la sociedad, y esta visión ha contribuido en
buena medida a la que creo que se ha convertido en una premisa crucialmente
incorrecta en la que basar la filosofía moral y política.” – S.K./1972 (a Bernard
Weintarub/The New York Times)
¿Alguna vez ha tenido problemas al tener que cortar su
propio material?
Durante el proceso
del montaje, lo único que me preocupa es “¿saldrá
bien o mal?, ¿es esto necesario?, ¿puedo prescindir de esto?, ¿funciona?”.
Mi identidad como director se convierte en la de un montador. Nunca me preocupan
las dificultades que he podio tener para rodar una escena determinada, cuanto
cuesta y esas cosas. Miro el material con ojos completamente distintos. Nunca
me ha preocupado la pérdida de material, y corto la película a consciencia.
Cuando ruedas, quieres asegurarte que no vas a olvidarte de nada y grabas todo
lo que el tiempo y el presupuesto te permiten. Cuando montas, lo que quieres es
prescindir de todo o que no es esencial.
¿Qué promedio de ángulos de apoyo rueda?
En todos los casos,
el tiempo, el dinero y la calidad están reñidos. Si ruedas mucho material de
apoyo, o bien te gastas mucho dinero o bien te arriesgas a obtener peores
interpretaciones. Cuando ruedo una escena en la que prima la interpretación,
capto muchas tomas pero no intento cubrir mucho material desde otros ángulos.
Intento rodar la escena de la forma más sencilla posible para obtener lo máximo
de los actores sin que tengan que repetir su actuación demasiadas veces desde
ángulos distintos. Por otra parte, en las escenas de acción relativamente
fáciles de rodar, te gustaría captar todos los ángulos posibles para crear algo
interesante en la sala de montaje.
¿Dirige a los actores minuciosamente o deja que aporten
sus ideas hasta cierto punto?
Prefiero que
aporten su visión de las cosas. En esto consiste básicamente el trabajo del
director. Creo que existe una idea equivocada de lo que supone dirigir a los
actores. Suele creerse que el director impone su voluntad a los actores
difíciles o que enseña a los que no saben actuar. Yo intento trabajar con los
mejores intérpretes del mundo. La situación del director de cien podría
compararse a al de u director de
orquesta. Causa poca satisfacción intentar lograr una interpretación magistral de
una orquesta de aprendices. Es bastante difícil que logre transmitir todas las
sutilezas y los matices que lograría la mejor orquesta del mundo. Del mismo
modo que un director desearía tener a solistas virtuosos, un director de cine
quiere tener a los mejores actores del mundo. De manera que no es necesario
enseñarles a actuar u obligarles a mantener una disciplina o imponer tu
voluntad sobre ellos porque normalmente
no te ves obligado a ello. Un actor casi siempre hará lo que quieres que
haga si es capaz de hacerlo, de manera que los grandes actores podrán hacer
casi todo lo que se propongan sin ningún problema. A partir de aquí puedes
concentrarte en lo que quieres que hagan, en la psicología del personaje, en la
finalidad de la escena y en el argumento de la historia . Este tipo de
cosas precisan de una gran dosis de sencillez y minuciosidad. El trabajo del
director consiste en aportar ideas a los actores, no a enseñarles a actuar o a
hacer que se crean su papel. Lo que no puedes darle a un actor es talento, solo
sugerirle ideas, pensamientos, actitudes. El trabajo del actor consiste en
crear emoción. Obviamente, también puede tener ideas, pero esta no es su
principal responsabilidad. Puedes hacer que un actor mediocre parezca menos mediocre, pero los milagros no existen. Las grandes interpretaciones se deben
al gran talento del actor, así como a las ideas del director. La otra faceta
del trabajo del director consiste en ejercer sus preferencias: decidir si lo
que ve es interesante, si es adecuado, si tiene el peso suficiente, si es
creíble. Este tipo de decisiones solo puede tomarlas el director.
Para sus dos últimas películas ha elegido un reparto
que podría considerarse poco habitual. ¿Ha encontrado a los actores que quería?
Bueno, lo cierto es
que esto depende de las preferencias de cada uno, ¿no es cierto? En muchos casos
el productor es quien elige a los actores, y sus decisiones suelen basarse en
el éxito asegurado y no en las apuestas por su talento. Muchos productores son
incapaces de decidir si un actor desconocido que ha trabajado poco es realmente
bueno. No tengo nada en contra de los actores de talento probado, pero puede
darse el caso de que ninguno de ellos encaje en el papel.
¿Le gusta trabajar con actores distintos? Contadas
excepciones aparte – Peter Sellers, por ejemplo – UD. No suele trabajar dos
veces con el mismo actor. Esto le diferencia de muchos directores que, como es
lógico, prefieren crear una especie de compañía con la gente que sabe como
trabaja.
No estoy de acuerdo
con esto. Yo intento elegir a los mejores actores para interpretar mis papeles,
los conozca o no. Evito a los actores con fama de conflictivos y neuróticos
pero, aparte de eso, no cierro las puertas a nadie. Lo único que importa
realmente de la relación que mantienes con los actores es que ellos deben saber
que los admiras, que admiras su trabajo, y no hay forma de fingir en algo así.
O los admiras de verdad o mejor no trabajes con ellos. Si saben que admiras su
trabajo, algo que puedan percibir de mil formas distintas, en realidad no
importa lo que pienses de ellos o lo que les digas, o si eres tremendamente
amable o no. Lo que les importa es su trabajo. Algunos actores son muy
divertidos y agradables, y siempre están alegres. Como es lógico, es más agradable
tenerles a ellos alrededor que a los malhumorados, ausentes o enigmáticos. Pero
su forma de comportarse mientras no estás rodando tiene poco que ver con lo que
sucede cuando la cámara se pone en marcha.
En un principio hizo La Naranja Mecánica porque se vio obligado a posponer su proyecto
sobre la vida de Napoleón. ¿Cómo está el proyecto en estos momentos?
Ante todo, parto de
la premisa que nunca se ha hecho una película histórica magistral, y lo digo
con todo el respeto y presentando mis disculpas a todos los directores que han
hecho películas históricas, incluido yo mismo. Creo que nadie ha logrado
solucionar el problema de tratar de una forma interesante la información
histórica que tiene que transmitirse y al
mismo tiempo obtener una sensación de realidad de la vida cotidiana de
los personajes. Hay que transmitir la sensación que se tenía al estar con
Napoleón. Al mismo tiempo, hay que transmitir la información histórica
suficiente de una forma inteligente, interesante y concisa de manera que le
público comprensa lo que sucedió.
¿Se incluye el Napoleón
de Abel Gance en su veredicto?
Creo que debería hacerlo.
Sé que la película es una obra maestra de la invención cinematográfica y que ha
aportado una serie de innovaciones a la gran pantalla, que siguen considerándose
innovaciones mientras que alguien lo bastante audaz no se atreva a utilizarlas
de nuevo. Pero por otra parte, como película sobre la figura de Napoleón, debo
decir que siempre me ha decepcionado.
¿Pensó en La Naranja
Mecánica como un paréntesis entre dos películas de gran magnitud?
No pienso en las
películas en términos de magnitud. Cada trabajo presenta problemas y ventajas
concretas. Cada película requiere todo lo que hay que darle para que solucione
los problemas artísticos y logísticos que plantea. Una película épica tiene sus
ventajas, pero también sus desventajas. Es mucho más fácil rodar una escena
multitudinaria y hacer que resulte interesante que captar a un hombre sentado
ante una mesa pensando.
“Sin
duda, uno de los problemas sociales más desafiantes y complejos a los que nos
enfrentamos hoy en día es ¿cómo puede el Estado mantener el grado de control
necesario sobre la sociedad sin llegar a ser represor? […] El Estado vislumbra
el espectro del terrorismo y la anarquía, lo que aumenta el riesgo de sobrerreacción
y de reducción de nuestras libertades.” – S.K./1972 (a Michel Ciment)
1 comentario:
la había leído hace mucho pero no pide dejar de hacerlo de nuevo..arias cosas...
no estoy de acuerdo en que el libro es brillante, es mas, siempre pongo como ejemplo que el único libro que es inferior en calidad a la film es esta Naranja Mecánica... es mi opinión...
para ser un director considerado parco con la prensa dio muchos detalles y es una entrevista rica en conceptos...
ademas de Sellers (Lolita y Dr Strangelove) trabajo 2 veces con Kirk Douglas (Senderos de Gloria y Espartaco)...
es verdad también que a uno le quedan imágenes asociadas con la música de la películas... en eso, Kubrick tiene millones de imágenes/íconos...
la última frase es genial...
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