Los Ángeles, 29 de mayo de 1999 (2 ½ meses después de la muerte de Kubrick)
MICHEL CIMENT: Vuestra relación con Kubrick ha durado cerca de tres decenios, ya que lo contactó primero a comienzos de los 70's para su proyecto sobre Napoleón.
JACK NICHOLSON: Lo conocí un poco cuando aún vivía en Los Ángeles pero efectivamente, es la primera vez que hablé verdaderamente con él, y desde ese día seguimos en contacto seguidamente. Me llamó por teléfono y evocó este proyecto de Napoleón con actores británicos que tomarían un acento intermediario entre el inglés británico inglés americano que llamamos mid-atlantic. Se había mas o menos herido en la pierna o el brazo, estando acostado guardando reposo, se puso a ver películas, entre ellas Easy Rider. Esto lo llevó a pensar en mí para Napoleón y a observar nuevamente el problema del acento si la idea me interesaba. Yo, por supuesto, respondí que sí. Me pidió entonces hacer una lectura con magnetófono para escuchar mi verdadera voz, ya que en easy rider yo tenía un fuerte acento sudista. Después de este intercambio, comenzó a buscar el dinero, lo que se volvió difícil – si que yo estuviera convencido – y terminó por abandonar el proyecto antes de transferir muchas de sus ideas, creo, en Barry Lyndon,
¿Vio UD. algún guión del proyecto e hizo investigaciones para el papel?
No. Nunca leí guión alguno y esperaba noticias suyas. No me preparé tampoco para el rol. Es solo mas tarde que me puse a investigar mucho, durante todo un verano, leyendo una treintena de libros sobre el tema preparando notas para un guión, ya que yo había adquirido los derechos de The Murder of Napoleón que quería poner en escena. Y nos mantuvimos en contacto. Cuando pasaba por Londres yo le daba una llamada, o a veces desayunábamos juntos, o nos encontrábamos en mi hotel, pero por sobre todo, le encantaba hacer llamadas a los Estados Unidos, era su manera de mantenerse en contacto con una importante cantidad de personas. Tenía también muchos videos casettes – en particular de eventos deportivos – que le enviaban de los Estates. Hablábamos mucho de boxeo, y seguíamos ambos el proceso de O. J. Simpson. Antes que el proceso comience, Kubrick tenía el presentimiento que había corrupción de por medio y que en consecuencia O. J. Simpson no sería condenado. Después de su cortometraje Day of the Fight, conservó un gran interés por el boxeo y los deportes en general. Además, de tiempo en tiempo, me envió una grabación que él había hecho en un canal de televisión europeo – una película que yo no podía conseguir en los Estados Unidos, una con Brigitte Bardot y además The Shining Detective.
UD. es también director cinematográfico. Desde este punto de vista ¿Cuál ha sido según UD. la contribución de Kubrick al cine?
Para mí, Stanley, es El único. Soy yo quien tuvo la responsabilidad de recibir en su ausencia el premio D. W. Griffith que le otorgó la Director’s Guild. Un día, leí las críticas que recibió 2001, y él fue ciertamente subestimado, al menos a cada salida de una de sus películas. Y, mas tarde, siempre hubo una revisión de estas apreciaciones. Siempre encontré esto exasperante e interesante: éste hombre, con la considerable reputación que tenía del dominio de su medio de expresión, era a cada nueva obra mal comprendido y mal interpretado. Siempre me pregunté el por qué. En realidad, una sola vez, estuvo beneficiado de comentarios unánimemente positivos, por su película antimilitarista Paths of Glory. Nunca comprendí por que las personas que están ligadas al cine no consideraron que él era el Nº 1!
Cuando lo dirigió, UD. acababa de dirigir su primera película, Going South. ¿Qué es lo que le sorprendió dentro de su método de trabajo?
En realidad, hice el doblaje de Going South en Inglaterra, del otro lado de la calle donde se preparaba el rodaje de The Shining. Seguía trabajando cuando fui contratado para su película, y por el hecho de la proximidad, fue prácticamente mi primer espectador. Como sucedía seguido con los directores de cine, él se mostró favorable a la película, encontrándola a la vez buena y divertida. Escuché a Spielberg decir que Kubrick creía que 1941 era buena, pero no divertida! Recuerdo ciertas cosas que Stanley me dijo y que me impresionaron mucho. Ensayamos cierto tiempo antes de comenzar el rodaje. Leíamos el guión punto por punto y llegamos a la siguiente observación “Jack no escribe.” Kubrick me dijo: “¿Qué es lo que hace? Lo que es seguro es que él no va a arrancar las páginas de su máquina de escribir, arrugarlas, tirarlas al piso y secarse la frente!” Y, lo que mas me chocó, fue que agregó: “Sabes, de cierta forma, todas las escenas ya han sido hechas en el cine. Nuestro trabajo es simplemente hacerlas un poco mejor.” Otra cosa que me impresionó, es que él no pedía ni planes de decoración ni partitura musical, sólo revisaba libros o revistas de arquitectura para encontrar el tipo de habitaciones que buscaba, y escuchaba, escuchaba sin cesar música hasta que él descubra lo que estimaba ser pertinente o que lo estimulaba. Me decía: ¿“Por que quisiera uno que en unas cuantas semanas o meses alguien pueda inventar espacios o piezas musicales que sean superiores a todas las arquitecturas y a todas las composiciones musicales que nos han precedido?” La idea era encontrar lo que le convenía y trabajar a partir de eso. He aquí algunos conceptos de Stanley que yo encuentro completamente fascinantes.
Para prepararse para interpretar Jack ¿Le sugirió algunas lecturas o le dio indicaciones sobre el personaje?
Primero, hablamos de lo que nos interesaba en el libro. Desde hacía tiempo habíamos planeado hacer algo juntos. Los dos recibimos el libro de King y pensamos que había allí un gran potencial para una película. Stanley escribió un guión, y estuvimos de acuerdo sobre los cambios a efectuar en la historia. Estaba en desacuerdo con él en un solo punto: él había eliminado el aspecto sexual del libro, un aspecto sobre el cual yo contaba ya que ofrecía una gama más grande de expresión a mi personaje en la relación con su esposa. Creía que sería increíblemente terrorífico. Stanley me respondió. “Sí, pero sería demasiado terrorífico!” Él deseaba quedarse al interior de un mismo territorio. Había dos polos: una historia de asesinato sangriento y un comentario de lo sobrenatural. Según él, a fin de mantener viva la idea de lo sobrenatural, hacía falta que las muertes sean menos siniestras de lo que hubieran podido ser. Estaba decepcionado pero ciertamente de acuerdo con él. También me sorprendió que escogiera a Shelley Duvall, pero me explicó que ella tenía una doble apariencia, siendo a la vez atractiva e irritante cuando pronunciaba una frase. Según él, el público debía tener una razón para creer que este tipo tenía ganas de perseguir y de aterrorizar a su esposa!
Vuestra interpretación es muy física, por ejemplo, en la escena en donde desciende el corredor antes de entrar en el bar. ¿Había una parte de improvisación?
Stanley no comprendía exactamente lo que quería decir “Here’s Johnny” por que él no había seguido regularmente la televisión norteamericana (NR: Se trata de una referencia a la frase de introducción del “Johnny Carson Show). Estaba escrito en el guión por Diane Jonson. Alrededor de eso improvisamos “Los tres chanchitos” y “Honey, I’m home”. Al mismo tiempo, Kubrick era ultra preciso, el quería que cada palabra sea respetada. Una vez que tuviéramos el texto que él quería, había que ser totalmente fiel por que, como en todo, él era muy meticuloso. Ensayábamos cada escena la noche anterior del día que debía rodarse. Fue efectivamente para mí una experiencia muy física, en particular dentro del laberinto. Yo tenía en mi cabeza una imagen específica para esta escena, la cual le comenté a Stanley y le gustó: cuando yo era niño, había una máquina dentro de la cual había un oso con un rayo de luz, y había que darle con una carabina. Si le daba, el oso se enderezaba y rugía, y si continuaba a darle se retorcía y emitía ruidos horribles. Aquello me inspiró para las expresiones de mi rostro. En cuanto a mi claudicación, no recuerdo si fue su idea o la mía, pero pensé en Charles Laughton corriendo en El Jorobado de Nôtre Dame.
Stanley también era muy preciso en el tema de las composiciones geométricas del hotel. Recuerdo una escena donde salía de una habitación luego de haber visto una mujer muerta. Era un caso en donde no había verdaderamente una forma adecuada de salir. Debimos concebir una especie de coreografía para hacerme salir por la puerta y caminar en el corredor. Intenté correr pero parecía cómico. Por otro lado, si Jack estaba muerto de miedo, tomaría mucho tiempo, tanto así que tuvimos que encontrar una solución intermedia que era parecida a un movimiento de bailarín. Además, por supuesto, todo debía ser fotográficamente perfecto: hacía falta que hubiera al mismo tiempo el rayo X sobre la nariz y que las cuatro esquinas de la habitación se encuentren en el encuadre. Kubrick fue siempre muy preciso gráficamente.
Siempre amó la técnica, pero de igual forma a los actores. ¿Cómo encontraba él el equilibrio, en particular en The Shining en donde utilizaba la steadycam por primera vez?
Es probablemente por esta doble atracción que vino su deseo de hacer una multitud de tomas. Stanley era famoso por gustar que las cosas sean verdaderas pero prefería que sean interesantes. Era la primera vez que trabajaba con video y eso lo molestaba. Pero lo que hay de maravilloso cuando se trabaja con él – si a UD. le gusta su método, lo que es mi caso – es que UD. se siente bajo mucho menos presión, ya que él no para hasta que obtiene lo que desea.
¿La multiplicación de tomas no daba problemas con el niño, Danny Lloyd, quien, podríamos pensar, sería más fresco y espontáneo durante las primeras tomas?
No he actuado muchas tomas con Danny. En aquellas donde me encontraba con él, lo veía como un astronauta con respecto a otros niños. Sus padres habían leído un pequeño anuncio en el periódico, y si bien vivían en el Middle West, Danny nunca fue a Chicago cuando obtuvo el papel. Cuando lo veía con otros niños, en la escuela, en Inglaterra, parecía pertenecer a otro tipo de edad. Stanley había hecho su elección entre una cantidad considerable de niños y creo que se dio cuenta que podía dirigirlo y que no tendría los problemas habituales que se tiene con niños actores. Él funcionaba verdaderamente como todos nosotros. Es Scatman Crothers quien tenía grandes dificultades. Yo le había recomendado a Stanley para el papel de Halloran pero le había prevenido que tenía problemas para recordarse sus diálogos. Bien que Kubrick tuvo que hacer con él una gran cantidad de tomas – por esta carencia – él nunca pensó en cambiarlo.
Si, una familia viviendo en un lugar cerrado. Estoy seguro que el tema tenía muchas resonancias particulares para Kubrick, dada la manera como él había escogido vivir su vida privada. Pero por supuesto, a diferencia de este hombre, él era un padre y un marido amante al interior de este aislamiento.
Es también una película cómica.
Stanley no es el único con ese punto de vista pero, si serio que fuera el tema, el quería siempre que vuestro sentido de la ironía quede en alerta. El mismo poseía una fuerte dosis. Solo hay que ver la escena en donde Timothy Carey habla de una cucaracha en Paths of Glory. Todas sus películas tienen un sentido irónico, y finalmente las personas, en la televisión, pudieron ver Lolita por lo que era. Sobre esto como en otras cosas, me comprendía muy bien con él y me divertí mucho trabajando en la película. A veces, la cantidad de esfuerzos que debía de hacer me volvían loco, pero fue verdaderamente un momento de mi vida en donde me convenía perfectamente. Acababa de dirigir mi primera película y me encontraba con el mas grande de todos los cineastas. Cada día era aterrador y fascinante al mismo tiempo. Me acuerdo que conversábamos sobre el especto que debía tener la mujer que sale de la bañera. Stanley me llevó a un costado. Tenía una pequeña bolsa de papel marrón llena de fotos de víctimas de accidente. Me pidió de no decírselo a nadie, ya que esas fotos eran realmente horribles. Una vez mas, el había hecho su propia investigación! Todo en su forma de trabajar era estimulante y por mi parte yo no me preocupaba de la cantidad de tomas. Lo que me preocupaba, era no llegar a la perfección como él sabía hacerlo. Eso me convenía ya que yo podía actuar de forma muy técnica, lo que correspondía a sus deseos. Por ejemplo, cuando Jack de despierta de su pesadilla, habían dieciocho marcas bajo la mesa que yo debía respetar desplazando mi cuerpo. Eso hubiera podido encolerizar a algunos actores pero a mí me gustaba aquello, como un desafío para practicar una gama muy larga de interpretaciones. Y además estaba el placer de estar sentado junto a él en el plató y hablar de todos los temas imaginables. Hasta intentó enseñarme a jugar ajedrez, pero desde ese punto de vista, debió sentirse decepcionado. Nunca pude consagrarme a ese juego, por que él era demasiado bueno!
UD. estaba en ese momento de su vida en una gran crisis afectiva. ¿Le ayudo esto en su trabajo?
Había una escena difícil para mí, aquella en donde escribía a máquina, ya que era un momento clave para el personaje. Cuando me estaba divorciando de mi esposa, escribía de noche y actuaba de día. Cuando interpreté esta escena, me acordaba de las escenas conyugales cuando mi mujer y yo discutíamos gritando, y lo aproveché para mi interpretación. En ese sentido, siempre hay una poética de la autobiografía, para los actores como para los directores. Y por supuesto, la frase All work and no play makes Jack a dull boy (“Mucho trabajo sin diversión hace de Jack un niño triste”), la cual no se encontraba en el guión, tiene una cualidad terrorífica. Así sea después de todo solo una frase escrita en una página, es una de las cosa mas sorprendentes de la película desde el punto de vista cinematográfico.
¿Cuál era la atmósfera en el plató? ¿Kubrick era tenso o relajado?
Los dos, en realidad. Primero, él era muy duro con sus técnicos. Podía despedirlos y eso era suficiente para que presten atención. Era conciente también del precio de cada cosa, vigilaba los gastos e intentaba obtener lo máximo de todo. Al mismo tiempo, le encantaba tomar el pelo. Era un tipo formidable y su pérdida es inmensa. No puedo creer que él ya no esté aquí.
¿Pasaba UD. tiempo con él fuera del plató?
No tanto. Él hubiera querido que yo viva cerca de su casa pero yo quería vivir en Londres. Teníamos entonces pocas ocasiones para vernos durante esas noches, pero quería siempre tener un informe completo sobre lo que habíamos hecho el día anterior! Le preguntaba a Shelley Duvall sobre su vida sexual y sobre todo lo que le ocurría!
¿Cómo interpreta UD. su obsesión de controlar todo?
Lo que uno termina por aprender de la profesión de director de cine, es que si UD. no está allí, van a haber problemas. A Stanley le gustaba preparara todo y pensaba en lo que no pudiera funcionar; como el ajedrecista que era, quería estar una movida delante en el juego, pero como todos nosotros, sabía que era imposible. Durante el rodaje de Barry Lindon, él quiso ahorrar en el transporte comprando una gran cantidad de camionetas Volkswagen, que al final se las robaron! No se puede ganar siempre, en realidad, pero ganó más que la mayoría.
1 comentario:
Interesante entrevvista. tal vez por esto es que el senor es tan buen director, por que realmente directores hay muy pocos en el mundo.
Buen post.
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